La próxima Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP27, tendrá lugar en la ciudad de Sharm El-Sheikh, Egipto, del 7 al 18 de noviembre de 2022. Los países tratarán la electromovilidad con el objetivo de crear políticas que les permitan descarbonizar sus economías.

Portal Movilidad dialoga con Pilar Assefh, cofundadora de Periodistas por el Planeta, para conocer cuál es el lugar que la electromovilidad ocupará en las discusiones.

Pilar Assefh, Cofundadora de Periodistas por el Planeta.

¿Cuáles serán los debates de este año?

En este momento los tres grandes temas más salientes en la agenda son: adaptación, financiamiento, y pérdidas y daños. Ya veremos de qué manera se abordarán.

¿A qué se refiere con financiamiento?

Se trata de la posible institucionalización de un mecanismo que permita el financiamiento para las pérdidas y daños. Si bien no está claro si va a salir o no, forma parte de las discusiones y demandas de los pequeños países.

También se discutirán los mecanismos y flujos financieros para los fondos climáticos en los países en vías de desarrollo.

¿Qué lugar ocupará la electromovilidad?

En realidad, la electromovilidad en sí misma no tiene un rol dentro de las conversaciones porque forma parte de políticas, cambios y formas en las cuales se llevan a cabo las transiciones.

Tiene que ver con sacar de circulación los vehículos a combustión y poner autos eléctricos. Lo que sucede también es que la electromovilidad no es un tema fuerte en América Latina.

Son pocos los países que cuentan con grandes flotas de eléctricos…

Algunas ciudades, sobre todo las capitales, comienzan a invertir en vehículos y buses eléctricos, pero no es un patrón común. En Buenos Aires, no solo es algo que no se ve, sino que tampoco tenemos un sistema preparado para eso. Y en las estaciones de servicio no hay instalados cargadores eléctricos.

¿La solución consistiría en instalar más conectores?

Lo cierto es que la electricidad con la que los vehículos eléctricos se alimentan es principalmente de combustibles fósiles, con lo cual un auto eléctrico contamina menos in situ, pero no en el andar.

Entonces tampoco se puede decir que mitigan el cambio climático porque se sigue quemando carbón y petróleo. Es decir, los eléctricos son parte de la transición siempre y cuando esa electricidad provenga de energías renovables.

Es importante tener en cuenta toda la cadena…

El problema recae en los procesos y los minerales críticos. Es necesario tener en cuenta cómo se llevan a cabo las prácticas de extracción y qué es lo que implican. Hoy en día el litio se extrae en zonas que muchas veces no tienen permiso para operar sin resguardos ambientales, y luego es exportado con valor agregado y refinamiento para el exterior.

En cambio Argentina, para alimentar su matriz eléctrica, utiliza gas y petróleo. Entonces hay que pensar cómo estas interconexiones impactan en las comunidades donde se llevan a cabo las prácticas. No basta con cambiar gas y petróleo por paneles solares o molinos de generación eólica. Si bien eso contribuiría a mitigar el cambio climático, hace falta pensar en todos los condimentos sociales que tiene esta problemática.

¿Qué temas faltan abordar en las discusiones de las COP?

Creo que los temas de la negociación son abordados. Lo que falta es que dejen de negociarse y se implementen. Las palabras ya no son suficientes. Hay que llevar todo esto a la práctica y ver cómo se manifiesta, qué implica para las comunidades, y cómo cambian nuestros sistemas de producción y consumo en base a esto.

Los flujos financieros que deberían destinarse de los países desarrollados para financiar los procesos de adaptación al cambio climático en países en vías de desarrollo ya deberían estar ejecutándose.

COP26: ¿Qué se dijo de electromovilidad?

En la COP26 más de 100 Gobiernos nacionales, ciudades, Estados y empresas importantes firmaron la Declaración de Glasgow sobre automóviles de cero emisiones y vans para terminar con los motores de combustión interna para 2035 en los mercados líderes y 2040 en todo el mundo.

Los países que firmaron fueron Chile, El Salvador, República Dominicana, Paraguay, México y Uruguay. Respecto a ciudades: Buenos Aires y La Paz. Catamarca fue la única provincia argentina.

Las autoridades no fueron las únicas que se comprometieron, sino que automotrices, operadores de flotas e instituciones financieras también suscribieron al pacto internacional. Entre las más destacadas se encuentran: ABB, EDP, Iberdrola, Siemens, BYD, Ford, General Motors, FIA Foundation, Drive Electric Campaign y más.