Lincoln, la marca de lujo de Ford, se sumó recientemente a la lista de fabricantes de vehículos que se electrificarán en la siguiente década y anunció que espera que aproximadamente la mitad de sus ventas sean modelos totalmente eléctricos para 2026.

Ford acelerará el lanzamiento de vehículos eléctricos bajo un nuevo plan de reestructuración, llamado Ford +, impulsado por Jim Farley, su CEO. El plan apunta a generar 40% del volumen de ventas global de Ford a través de modelos a baterías para 2030.

Durante 2020, Ford duplicó su inversión en electrificación de vehículos de 11,000 millones de dólares a 22,000 y este año nuevamente la incrementó hasta los 30,000 millones. Ford ya ha revelado sus primeros tres vehículos eléctricos a batería, el Mustang Mach-E, E-Transit y F-150 Lightning, mientras que Lincoln alista su primer lanzamiento para el siguiente año.

“Lincoln cumple 100 años en febrero (de 2022) y en el marco de este aniversario vamos a presentar nuestro primer vehículo eléctrico. A México llegará unos meses después”, detalló Rosangela Guerra, directora de Lincoln en México.

La marca planea lanzar cuatro nuevos modelos a baterías y el primero de ellos utilizará una arquitectura eléctrica desarrollada por Ford. Recientemente, Hau Thai-Tang, director de productos de Ford, reconoció que se trata de una evolución adicional de la plataforma utilizada en el Mustang Mach-E, aunque probablemente utilizará los nuevos motores y baterías desarrollados por Ford.

“Esta plataforma es un desarrollo interno que se va a usar en el futuro para nuevos vehículos eléctricos de la marca. El primero de ellos será un SUV”, confirmó Guerra.

Esto representa un cambio en la estrategia de la marca como cuenta Expansión, que inicialmente había anunciado que su primer modelo eléctrico, que estaba programado para llegar en 2022, estaría basado en una plataforma de Rivian. Pero en abril de 2020 ambas marcas cancelaron el proyecto.

“Hemos evaluado varios vehículos, pero los lanzamientos que tenemos en el corto plazo no son con ellos. Ambas partes estamos aprendiendo mucho, una de la otra, ellos son una startup de vehículos eléctricos y nosotros somos una compañía automotriz con un amplio bagaje de más de 100 años”, precisó Guerra.

Ford invirtió 500 millones en Rivian el año pasado y dice que está dejando la puerta abierta para otras posibles colaboraciones con la startup en el futuro. Las dos empresas dicen que la asociación continuará.

La marca no ha establecido un cronograma puntual para el lanzamiento de sus otros tres modelos eléctricos porque ha dicho que dependerá de la demanda de los clientes, específicamente en los mercados más grandes de Norteamérica y China.

La automotriz inició su camino hacia la electrificación con modelos híbridos, como el MKZ híbrido que se fabricó en la planta de Hermosillo, Sonora. Luego se movió hacia los híbridos enchufables, como Aviator. Este año también sumará Corsair.

La directiva confirmó que en la siguiente década Lincoln continuará ofreciendo vehículos híbridos enchufables, así como autos a gasolina. La decisión demuestra la cautela de Ford respecto a otros fabricantes como General Motors, que ha anunciado que su marca de lujo Cadillac dejará de ofrecer modelos con motores a gasolina, incluidos los híbridos, en la siguiente década.

«Vamos a hacer este cambio de forma paulatina. Tenemos que cuidar los gustos y preferencias de los consumidores de cada uno de los países en los que estamos y también ver la infraestructura de recarga disponible en cada país», inidcó Guerra. «Obviamente, poco a poco, van a ir aumentando los eléctricos y disminuyendo los de gasolina, y vamos a ir midiendo la demanda de los híbridos conectables, pero por ahora tendremos las tres motorizaciones en el corto plazo», añadió.

Además de acelerar su electrificación, Lincoln también está evolucionando la forma en que vende vehículos. Un tercio de sus ventas en Estados Unidos ya se completan en línea y la marca está desarrollando una plataforma de ventas digital que permitirá que todas las transacciones se realicen sin necesidad de acudir a un distribuidor. Para aquellos clientes que quieran comprar en persona, la empresa también quiere mejorar esa experiencia.

En México, la marca recientemente renovó la imagen de sus concesionarias, a las que antes denominaba boutiques, y a las que ahora llama vitrinas. Esta remodelación requirió una inversión de 5 millones de dólares –según la directiva– por parte de los grupos que distribuyen la marca en el país.

“La industria de lujo va mucho más rápido que la masiva en su plan de electrificación. Los consumidores del segmento de lujo tienen más acceso a este tipo de productos y por supuesto que hay un pedazo de ese pastel que nos interesa obtener”, afirmó Guerra.