Considerando la histórica alianza económica y productiva entre ambos países, las automotrices estadounidenses ya tienen sus plantas “subidas” a la carrera por la movilidad eléctrica en México para un abastecimiento local y de importación a su país de origen. 

En ese sentido, sus autoridades ven encaminado el trabajo conjunto a favor de este segmento, el cual consideran convertirá a las dos naciones en actores claves a nivel global. 

“Estados Unidos y México están de acuerdo en crear una potencia económica en América del Norte. Resultado de eso, los dos tienen el potencial de liderar al mundo en energía limpia. La industria automotriz ilustra dicho potencial”, asegura Ken Salazar, embajador de USA en México.

Y agrega: “Las empresas automotrices estadounidenses en México ya están incursionando en dicha transición”. 

En ese sentido, el diplomático afirma haber visitado las fábricas de Ford y General Motors, dos firmas destacadas en los discursos del presidente estadounidense, Joe Biden, donde la movilidad eléctrica es protagonista. 

En el caso de la primera, la planta de Cuautitlán Izcalli ya produce anualmente 77 mil unidades del Mustang Mach-E, vehículo cien por ciento eléctrico.

En lo que respecta a la segunda, la sede de General Motors en Silao, Guanajuato, pronto comenzará la producción de camiones que utilizan únicamente energía eléctrica. Este plan complementa la inversión de mil millones de dólares en su planta en Ramos Arizpe, Coahuila, para la producción de vehículos eléctricos que comenzará en 2023. 

A su vez, pensando en transporte pesado, empresas como Link EV, perteneciente a Citizens Resources, se están asentando en Puebla. 

Cabe recordar que, la firma ensamblará sus autos y camiones en Ciudad Modelo, gracias a una inversión prevista de 265 millones de dólares. Se espera que cuente con una producción en cuatro líneas de 1.200 vehículos anuales y a futuro alcanzar 10 mil unidades.

El avance de la industria cero emisiones en Estados Unidos, impulsado con fuerza el último tiempo por su mandatario, y la alianza estratégica establecida entre los países vecinos son la llave para que en México se detone con mayor celeridad la transición. 

Sin embargo, tras realizar un informe sobre la “Transición a la electromovilidad en México”, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) afirma que “se requerirán acciones audaces y coordinadas de los sectores público y privado a fin de que se optimice la transferencia tecnológica, se procuren incentivos de fabricación y se adopten políticas públicas que permitan a los usuarios acceder a vehículos electrificados”. 

“Apoyamos el esfuerzo de la AMIA por facilitar la transición del parque vehicular de México a vehículos eléctricos que con el tiempo reemplacen el uso de motores de combustión interna y así lograr nuestra meta compartida de un futuro brillante para América del Norte”, responde por su parte Salazar.