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martes 27 de septiembre de 2022
¿Cómo se mantiene un punto de recarga para vehículos eléctricos?
eCONEQ explica a Portal Movilidad España cuáles son los ítems más importantes para mantener un punto de recarga para prevenir cualquier tipo de inconvenientes.
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Instalar un punto de recarga es importante y clave para el desarrollo de la electromovilidad, pero otro ítem igual de importante es el mantenimiento. Es que sin este la movilidad eléctrica gana mala fama y sigue sin funcionar.

Guillermo Escudero, CEO eCONEQ, da las claves a tener en cuenta y qué tipo de mantenimiento se le realiza a un punto de recarga en hogares y públicos.

Según comenta a Portal Movilidad España existen tres tipos de conservación que provee la empresa instaladora, todos son preventivos. Básico (una visita anual), Plus (dos visitas anuales) y Premium (cuatro visitas anuales).

“Con este mantenimiento preventivo intentamos evitar posibles errores y fallos en los puntos de recarga. Es bastante sencillo, pero es muy recomendable sobre todo en donde hay un uso bastante intensivo”, explica Escudero.

Estas visitas se realizan de manera trimestral, semestral o anual para verificar cuántas cargas ha realizado el vehículo, como primera parte.

Dependiendo del uso que se le de, se recomiendan diferentes planes. Para un cargador que tiene un uso intensivo, eCONEQ garantiza que con el Premium (cuatro visitas) habrá mayor seguridad.

“Mucha gente no es consciente de que el mantenimiento es necesario. Si lo conectas por la noche confiado de que va a cargar y no has hecho un buen mantenimiento, llegarás por la mañana sin carga. Sabrás que tienes un problema”, comenta el CEO.

El cargador, para ser testeado, se comprueba el apriete de todos los contactores internos. Se chequea cuando se pone a cargar el vehículo eléctrico.

El punto de recarga sube de temperatura y suceden dilataciones y contracciones que pueden afectar a que los contactores, los tornillos que sujetan los cables, se aflojen.

En el caso de que suceda, se verifica que todos los conectores estén en su lugar correcto. Si no lo tienen se reajusta y se realiza un chequeo visual de que la electrónica no haya sufrido ningún sobrecalentamiento.

Además, al abrirlo se revisa que los cables no presenten humedad y que el cargador, en su interior, no tenga residuo alguno.

Cuando se trata de un punto de recarga instalado en zona rural, se realizan controles de si hay bichos en su interior.

Otro punto que destaca Escudero, es que en estas zonas puede llegar a haber roedores, por lo que se debe revisar exhaustivamente los cables que no hayan sido comidos en parte.

También, importante es ver el tubo. Este no debe haber recibido golpes importantes o lo mismo con los roedores, de que le hayan realizado algún agujero.

“El tema software, lo que lo único que comprobamos nosotros es si tenemos acceso, porque hay puntos de carga que no tienen conectividad. Vemos que haya una buena conexión y comunicación”, explica el CEO de eCONEQ.

Explica que, normalmente no se puede hacer mucho más. El software dependerá del fabricante, entonces, la empresa instaladora verifica su funcionamiento, en caso contrario se comunica con la factoría. 

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