Brasil | Buses
martes 08 de febrero de 2022
Cómo implementar autobuses eléctricos, una guía para el transporte público de Brasil
El Ministerio de Desarrollo Regional (MDR) con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el WRI Brasil publican el paso a paso para la implementación de autobuses eléctricos en el mercado brasilero. Los detalles y la guía para descargar.
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La urgencia de la transición hacia un transporte colectivo limpio en las ciudades brasileñas es evidente. Hay cerca de 117 mil autobuses municipales y metropolitanos en operación en el país, pero menos del 1% son vehículos de baja o cero emisión. ¿Por qué las ciudades tienen dificultades para acelerar ese cambio, mientras países cercanos, como Chile y Colombia, avanzan a pasos largos en la electrificación de las flotas?

Muchas dudas rondan los planes de electrificación del transporte colectivo por autobús. ¿Cómo iniciar la planificación de la electrificación? ¿Qué tipos de autobuses eléctricos disponibles son la mejor opción para cada ciudad? ¿Cómo transformar los contratos de licitación para ganar el alto costo inicial de la tecnología? ¿Qué nuevos arreglos se han probado para hacer frente a las necesidades energéticas del proceso?

La electromovilidad trae otros desafíos, como el de trabajar con nuevos actores, como las empresas de energía eléctrica, y adaptar los procesos de mantenimiento y los garajes. Pero el campo de oportunidades es aún más vasto y abundante.

La «Guía de Electromovilidad: Orientaciones para estructuración de proyectos en el transporte colectivo por autobús» busca facilitar ese camino. Elaborada por el Ministerio de Desarrollo Regional (MDR) con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el WRI Brasil, la publicación es un instrumento de capacitación técnica para la concepción, estructuración e implementación de proyectos de electrificación del transporte colectivo por autobús.

Un paso a paso para proyectos de electromovilidad

La guía da orientaciones paso a paso para las diversas etapas de la electrificación e incluye siete casos de ciudades que han tenido éxito en efectuar la transición, como fuentes de información y buenas prácticas. Los dos capítulos iniciales presentan los beneficios, desafíos y oportunidades del sector y aspectos técnicos y tecnológicos, como los tipos de vehículos y baterías, la infraestructura de recarga y la operación de los autobuses eléctricos.

Para las ciudades que ya tienen el conocimiento básico sobre la tecnología y sus beneficios, la guía trae orientaciones para la planificación y la implementación de proyectos de autobuses eléctricos. Se describen las principales etapas, desde la preparación hasta la expansión.

Preparación: estudios previos para proyectos asertivos

Antes de iniciar la elaboración de los proyectos, las ciudades necesitan aclarar puntos cruciales, como los actores públicos y privados que pueden contribuir al proyecto, las políticas y leyes existentes que pueden facilitar el proceso y las rutas prioritarias y más apropiadas para la electrificación. Un diagnóstico completo califica la toma de decisiones y permite identificar factores cruciales para el éxito del proyecto.

La preparación se completa con un estudio de pre-viabilidad, a través del cual las ciudades pueden tomar decisiones tecnológicas y operativas asertivas. La guía trae orientaciones para las varias etapas: cuantificar los beneficios ambientales del proyecto, realizar estudios de mercado de autobuses eléctricos, simular rutas, calcular el impacto del proyecto en la red eléctrica y el costo total de propiedad de los vehículos, entre otros aspectos.

Definición del alcance: visión compartida para avanzar

Una vez que la ciudad haya tomado conocimiento de las oportunidades y de las líneas generales del proyecto, es necesario establecer una visión común que oriente la planificación estratégica. Como los proyectos de electromovilidad involucran múltiples actores y sectores, pactar la visión es importante para que los involucrados trabajen alineados en la misma dirección. La etapa de definición del alcance ayuda a las ciudades a elaborar esa visión y traducirla en objetivos y metas a corto, medio y largo plazo.

Elaboración: del plan de trabajo al modelo de negocio

La etapa de elaboración de proyectos de electromovilidad involucra tres grupos de actividades principales, que se detallan en la guía.

Los procesos gerenciales tratan de acciones para garantizar las condiciones para que el proyecto avance, como gestionar y mantener comprometidos a los actores, crear planes de trabajo y comunicación con actividades y atribuciones claras, mapear riesgos.

La planificación técnica y operativa permite a los gestores comprender el impacto de los vehículos eléctricos en la operación y – habiendo realizado una buena preparación – considerar los modelos de vehículos disponibles y las estrategias de recarga para hacer las mejores elecciones tecnológicas y planificar la infraestructura de manera adecuada.

Los modelos de negocio son uno de los grandes desafíos y oportunidades de la electrificación. Ciudades que han tenido éxito en acomodar el alto costo inicial de vehículos eléctricos y sus especificidades operacionales han adoptado estrategias similares e innovadoras. 

Es el caso de Bogotá y Santiago, que separaron los servicios de provisión y operación de la flota (los llamados Capex y OpEx) en contratos y procesos licitatorios distintos, posibilitando la reducción de los plazos de concesión. Las dos ciudades, que lideran la electrificación en América Latina, también involucraron a nuevos actores, como las empresas de energía, tanto en el proceso de planificación como en el propio financiamiento de la transición.

Ejecución: cómo iniciar, operar y expandir

Las ciudades que sigan todos los pasos habrán llegado al día de inicio de la operación con todo encaminado: la infraestructura verificada, los riesgos administrados, los equipos entrenados, el plan de comunicación implementado. La guía se ocupa de esta lista final en la sección Ejecución. El ciclo se cierra con una mirada a las lecciones aprendidas y, cuando está previsto en la planificación, con la expansión del proyecto.

Ciudades brasileñas comparten lecciones de la transición

El diálogo de las cuatro ciudades que participaron en el lanzamiento junto a WRI Brasil, BID y MDR, evidencian que este es un momento oportuno para vencer desafíos y acelerar la electrificación del transporte colectivo por ómnibus. Las ciudades tienen proyectos que implementar, el MDR trabaja en un nuevo marco regulatorio para el transporte colectivo que contemple necesidades de la electromovilidad, y el sector financiero señala la priorización creciente de proyectos de bajo carbono.

São José dos Campos inició la electrificación con una innovación: la ciudad asumió la inversión de flota para la nueva Línea Verde, primer corredor 100% eléctrico del país. La compra de los 12 vehículos a batería fue viabilizada con recursos del otorgamiento del nuevo estacionamiento rotativo. 

El corredor ya está en «operación blanca», corriendo sin cargo de tarifa. Tras rescindir contrato con la empresa operadora vencedora de la más reciente licitación del sistema de transporte colectivo de la ciudad, en fase de elaboración del pliego, la ciudad estudia incluir la obligatoriedad de más vehículos eléctricos. «Queremos hacer del limón una limonada», sintetizó el secretario de Movilidad, Paulo Guimarães.

Curitiba ha realizado estudios preliminares para la electrificación de los corredores ínter 2 y BRT Este-Oeste, con previsión de aproximadamente 150 vehículos eléctricos a batería operando en 2024. La ciudad realizó, con el WRI Brasil, un estudio sobre los modelos de vehículos disponibles en el mercado. Entre las dificultades encontradas está la indisponibilidad de vehículos biarticulados necesarios para el corredor BRT y la planificación de líneas en que un mismo vehículo opera más de 400 km por día. Pero la ciudad sigue avanzando.

«A mediados de año, vamos a realizar un estudio de pre-viabilidad que debe traer más certeza», dijo Clever Almeida, asesor de Proyectos Estratégicos del Instituto de Investigación y Planificación Urbana de Curitiba (Ippuc).

Después de realizar pruebas con autobuses eléctricos a batería, Salvador está a punto de inaugurar los primeros tramos de su sistema BRT, que ya nace un 30% eléctrico, con al menos ocho vehículos eléctricos a batería previstos para entrar en operación hasta el segundo semestre.

Según el secretario de Movilidad, Fabrizzio Muller, la idea es que el porcentaje se mantenga en la adquisición de vehículos a medida que se inauguran nuevos tramos. Muller cuenta que la principal dificultad ha sido contractual, ya que la actual concesión inició en 2015, cuando «no se pensaba tanto en electromovilidad».

«A través de aditivos, entendemos que podríamos hacer algunos cambios», explica.

Los nuevos contratos son una gran oportunidad, y por eso es importante contar con un cuerpo técnico capacitado y estudios de pre-viabilidad al día. Rio de Janeiro está innovando al separar la operación de la provisión de flota en el nuevo pliego de BRT para viabilizar la adquisición de 550 vehículos, siendo 69 eléctricos, a ser entregados en 2022 y 2023.

La intención inicial de la ciudad era seguir modelo en el que la flota sería arrendada de los fabricantes o de inversores, pero la secretaria de Transportes, Maína Celidonio, explica que el modelo de negocio innovador todavía se ha topado con el marco legal obsoleto, que no comprende la oferta de arrendamiento como servicio público. La salida encontrada para la ciudad fue comprar la flota, financiada por cerca de R$ 1 billón – arreglo también innovador, por separar la operación de la provisión.

Fernando Araldi, coordinador de la Coordinación General de Gestión Integrada del MDR, habló sobre el marco legal y regulatorio del transporte colectivo actualmente en preparación por el ministerio, y señaló que el gobierno discute incentivos para facilitar la adquisición de flotas limpias.

Según Araldi, el texto debe contribuir para remediar muchos de los obstáculos legales y regulatorios a innovaciones contractuales, como la disociación de las concesiones del transporte colectivo en diferentes componentes – como operación, provisión y billón. «También estamos discutiendo con el Ministerio de Economía la reducción de esos costos [iniciales altos para adquisición de flotas eléctricas]», afirmó.

«Es muy importante, porque tenemos reducción de emisiones, cuestiones ambientales y de salud y es muy importante tener financiación diferenciada para un proceso de ese tipo.»

Además del fomento por parte del gobierno federal, el público y los panelistas del webinar de lanzamiento de la Guía hicieron cuestionamientos sobre el papel del sector financiero en el impulso a la descarbonización del transporte y en el desincentivo a los vehículos diésel. 

«La financiación de los vehículos diésel será más caro, ya es una tendencia. La oferta de financiamiento ya es más abundante para tecnologías limpias», afirmó Ana Beatriz Monteiro, especialista líder de Transportes del BID. Según Monteiro, el avance del marco regulatorio también es un facilitador para el desarrollo de nuevos productos financieros volcados hacia tecnologías limpias.

«Es bastante importante que Brasil retome el protagonismo en innovaciones en movilidad urbana en América Latina. Quien ha estado en el sector por algunas décadas sabe bien de ese protagonismo y como la gente influenció ‘el otro lado de los Andes’. Chile y Colombia lideran hoy la operación de autobuses eléctricos en América Latina», recordó Luis Antonio Lindau, director del programa de Ciudades del WRI Brasil. Con el nuevo guía, las ciudades brasileñas cuentan con un facilitador para esa reanudación.

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