La llegada de la electromovilidad ha llegado de la mano de una serie de advertencias que han puesto en alerta a todos los trabajadores del sector de la automoción y los sindicatos. 

En el caso español, ya se conocen anuncios como los de SEAT, donde la llegada del coche eléctrico ha sido matizada por portavoces de la empresa, que explican que “la transformación para producirlos conlleva una reducción del 30% de horas de fabricación en comparación con un modelo de combustión, pero eso no significa necesariamente que derive en el 30% de reducción de la plantilla”.

Pese a esto, se ha confirmado que la compañía tiene un excedente laboral de hasta 2.800 trabajadores en sus instalaciones de Barcelona hasta 2026.

Los detalles que se han brindado hasta el momento derivaron de las reuniones para definir el convenio colectivo. 

Asimismo, fuentes de la compañía han comentado recientemente que se trataría en definitiva de un recorte de alrededor de 1.800 empleos directos, y los otros 1.000, indirectos.

Todo esto, debido a la menor carga laboral que conlleva la producción de los segmentos electrificados en Martorell y a la reducción del volumen de cajas de cambios en Seat Componentes.

Otro de los casos que tiene al sector expectante es el de Ford, quien ya comenzó el año con las negociaciones para reducir la plantilla de Almussafes hasta un 25%.

La dirección de la fábrica y el comité de empresa se preparan para la negociación estructural al asumir que la electrificación requiere menos mano de obra. 

Los números indican que hay 2.000 empleos en el aire en España, de los 7.000 que hay en total. 

Asimismo uno de los últimos anuncios a nivel internacional detalló que se espera un recorte de 3.200 a nivel europeo y que esperan llevarse trabajo a sus plantas en Estados Unidos. Sin embargo, hasta el momento no se han dado a conocer decisiones finales.

Todo lo contrario sucederá con la fábrica que Mercedes Benz en Vitoria.

Allí ya se ha adelantado que a partir de 2025 se producirá una nueva furgoneta mediana eléctrica que no se ofrecerá como modelo con motor de combustión, y que conlleva una inversión de 1.200 millones para adaptar las instalaciones.

La fábrica de Opel Figueruelas (Stellantis) es otra de las que se está enfrentando a una reducción, ya que desde el año 2000 comenzó a decrecer la cantidad de trabajadores, los cuales eran 10.000 y ahora han llegado a los 5.000.

El sindicato Stopel ha denunciado esta reducción, reconociendo que la plantilla de Stellantis podría situarse en solo 3.900 personas en 2024. 

Finalmente, la francesa Renault, que tiene fábricas en Valladolid, Palencia y Sevilla, no espera anunciar ajustes en su cantidad de empleados.

Con el nuevo plan de electrificación de la firma se ha decidido que en España se lleve a cabo la hibridación de sus vehículos, mientras que el eléctrico puro lo desarrollará en Francia.