Latam | Vehículos Eléctricos
miércoles 26 de mayo de 2021
Cómo aplicar una estrategia nacional de movilidad eléctrica exitosa en Latinoamérica
Con algunos países más avanzados en la región, gracias a sus planes eficientes de movilidad eléctrica, el resto de las naciones tiene la posibilidad de tomar estos ejemplos como punto de partida a la hora de diseñar sus propias estrategias.
Compartí la nota

Mientras que algunos países latinoamericanos apenas dan sus primeros pasos en la transición hacia la movilidad eléctrica, otros han avanzado lo suficiente como para convertirse en referencia a la hora de establecer una estrategia nacional. 

Uno de los casos más destacados es Chile, por ejemplo, que tiene entre sus hitos la flota de buses más grande de América Latina o la red de carga más larga de la región con 150 estaciones. 

¿Cómo se llegó a tal nivel de avance? Para el economista Andrés Rebolledo Smitmans, exministro de Energía de Chile, una de las claves fue haber logrado un consenso a nivel público y privado con un plan que se mantuviera a largo plazo, más allá de los cambios de Gobierno. 

“Aunque parezca algo básico esto de llegar a un acuerdo, los que hemos estado en la política pública nos damos cuenta que en los países de Latinoamérica es algo complejo”, asegura el especialista en políticas energéticas.

Sucede que, con esta industria, los resultados pueden verse recién al mediano y largo plazo, por lo que la idea de llevar adelante medidas de una única gestión o de un solo sector es insuficiente.

“Es importante planificar y tener una visión colectiva que se plasme en una estrategia para marcar la senda”, señala Rebolledo, durante el webinar organizado por la Asociación de Movilidad Eléctrica de Guatemala denominado “La importancia de implementar un Plan Nacional de Movilidad Eléctrica”. 

Luego, agrega: “Solo lograremos esto si lo miramos como un ecosistema. Los esfuerzos de coordinación en la política es fundamental”. 

Gracias a estos esfuerzos en conjunto es posible entonces empezar a generar las acciones fundamentales como redactar una normativa que regule y estipule los parámetros que regirán los procesos, adoptar nuevos modelos de negocios y concebir costos con una perspectiva a futuro. 

Para Andrés Barentín, presidente de la Asociación Gremial de Vehículos Eléctricos de Chile (AVEC), es necesario que las regulaciones sean lo más completas posible como fue la que armaron en su país y resultó ser uno de los puntapiés iniciales de la transición. 

“La regulación de Chile es una de las pocas en el mundo que considera, por ejemplo, construcciones nuevas u otros elementos como las electroterminales”, destaca Barentín.

Y continúa: “Las normativas en general hablan de los cargadores pero no de lo que sucede con un grupo de cargadores con potencias altas. En la chilena sí y esto permite verificarlas y ver que todo esté bien. Se privilegia la normativa y la seguridad”. 

Por último, ambos concuerdan en que la flexibilidad en adoptar nuevos modelos de negocios es de suma importancia, los cuales Rebolledo añade que “probablemente no sean los más evidentes” a la hora de pensarlos.

“El modelo de negocios que teníamos erosionaba bastante al operador pero al resto de los actores los dejaba más pasivos. Posterior a este cambio empezaron a tomar un rol más activo”, cierra Barentín.

Destacados.