Colombia | Vehículos Eléctricos
lunes 09 de mayo de 2022
Colombia propone nuevos incentivos tributarios para taxis eléctricos y transporte de carga
Considerados como "la categoría vehícular con mayor probabilidad de ascenso tecnológico", los taxis serán la prioridad de las políticas públicas. Sin embargo, también hay planes para el resto del transporte particular y el de carga.
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La Unidad de Planeación Minero-Energética (UPME) presentó el Plan de Acción Indicativo del Programa de Uso Racional de Energía (PAI-PROURE) para el periodo 2022-2030, donde se establecen las metas indicativas de eficiencia energética para el país. 

En lo que respecta al sector transporte, se propuso dos objetivos en particular. 

Por un lado, la diversificación de la matriz energética a través de la sustitución de combustibles fósiles en las categorías vehiculares en donde la tecnología permita el ascenso hacia combustibles de cero y bajas emisiones.

Por el otro, reducir las ineficiencias en el uso final de la energía a través de la renovación vehicular.

Los taxis eléctricos van primero

Obtenidos los resultados de la simulación de las medidas en términos energéticos y ambientales, la adquisición de vehículos particulares para el transporte liviano es la prioridad principal hacia el 2030. En especial, cuando se habla de taxis. 

En este segmento se incluye la compra de automóviles, camperos, motos y camionetas eléctricos e híbridos. La medida asociada con el transporte de pasajeros, a su vez, contempla a buses y microbuses eléctricos y a gases combustibles.

Teniendo en cuenta que estos son los que tienen mayor participación en la flota, la sustitución hacia vehículos eléctricos o híbridos ofrece un potencial de ahorro importante en los próximos 9 años. 

Sin embargo, cabe considerar que el costo total de propiedad de estos vehículos es mayor frente a un vehículo de combustión interna y que los costos asociados a la infraestructura de recarga pueden suponer una barrera de entrada para el desarrollo de estas tecnologías. 

Puntualmente en el recambio tecnológico de la flota de taxis, por los altos factores de utilización se justifica el otorgamiento de incentivos tributarios que incentiven la compra de estos vehículos, así como la infraestructura de recarga pública o privada necesaria para su operación. 

Teniendo en cuenta lo anterior, la recomendación es que la compra de taxis híbridos y eléctricos, así como la infraestructura de recarga pública o privada para vehículos eléctricos para cualquier categoría, debe recibir incentivos tributarios. 

Esto se encuentra en sintonía de lo identificado en el estudio UPME, en dónde los taxis resultan ser la categoría vehícular con mayor probabilidad de ascenso tecnológico. 

Más vehículos particulares cero emisiones

Por otra parte, para motivar la compra de vehículos eléctricos a nivel particular se recomienda adoptar esquemas tributarios en los que se internalicen los impactos ambientales que tienen los vehículos en el medio ambiente y la salud de los ciudadanos. 

Lo anterior es de suma importancia para motivar la compra de nuevos vehículos y con ello lograr la renovación de la flota y también para orientar las decisiones hacia tecnología de 0 emisiones.

Por otro lado, se apunta al desarrollo de capacidades locales, la creación de empleo y la generación de spillovers en la economía local. 

El despliegue de una flota eléctrica debe estar acompañada del desarrollo de una industria local de mantenimiento e incluso de ensamble y fabricación de partes que coadyuven a superar estos limitantes.  

¿Qué sucede con el transporte de carga?

El costo incremental de la inversión en nuevas tecnologías aún es mayor que los ahorros energéticos, por lo que la sustitución de la flota hacia nuevas tecnologías puede verse limitado.  

Sin embargo, es pertinente otorgar incentivos tributarios tanto a la compra de nuevos buses y camiones eléctricos y a gas, como a las inversiones asociadas con la infraestructura de recarga eléctrica pública o privada. 

Sin embargo, las barreras para el ascenso tecnológico en el transporte de carga van más allá del costo de los vehículos. 

Otros limitantes son: la falta de infraestructura de suministro de energéticos de cero y bajas emisiones, el restringido acceso a crédito por parte de los propietarios y conductores, la variabilidad en los ingresos, la propiedad atomizada, y la confianza en los vehículos de combustión interna, por lo que cuentan con respaldo técnico tanto para el vehículo como sus partes. 

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