Las ciudades concentrarán más de dos tercios de la población mundial hacia el año 2050. Asimismo y según datos de la OMS, la contaminación causa 7 millones de muertes cada año en todo el mundo y se estima que 9 de cada 10 personas se ven afectadas por la calidad del aire que respiran., además de la contaminación auditiva. Reducir este impacto implica desafíos, no solo desde el contexto ambiental donde el transporte urbano es un factor determinante, sino también en aspectos económicos y sociales.

Por tal motivo las agendas urbanas están orientando sus políticas hacia un mayor desarrollo sostenible. La incorporación del transporte particular y flotas cero emisiones, la oferta de diversos modelos de movilidad compartida, transporte público eléctrico y micromovilidad junto a una adecuación del diseño urbano, se están convirtiendo cada vez más en ejes fundamentales para trasladarnos dentro de un entorno amigable con el medio ambiente en varias ciudades de Latinoamerica.

En ese sentido las soluciones de movilidad en ciudades inteligentes, se presentan como una gran oportunidad para optimizar y mejorar la planificación y operación eficiente de los sistemas de transporte urbano, así como para contribuir a reducir el impacto ambiental, que según datos de la Naciones Unidas (ONU), dado que las ciudades concentran aproximadamente el 70% de las emisiones de dióxido de carbono provocados por las diversas formas de transporte.

La oferta de servicios dirigidos a los ciudadanos mediante tecnologías de información y comunicación (TIC), cumplen un rol fundamental en la generación de datos necesarios para una mejor planificación. Precisamente  el transporte intermodal es beneficiado por el uso de plataformas digitales bajo una demanda en tiempo real.

Además, estos sistemas aportan datos relevantes para realizar investigaciones y estudios sobre movilidad, ya que permiten realizar una gestión efectiva del tránsito, conocer la mejor alternativa de transporte, números de accidentes viales, entre otros. El  desafío para el sector público es el de lograr organizar y gestionar la cantidad de estos datos e información disponibles para mejorar la ciudad en función de las necesidades de sus ciudadanos.

En cuanto a la infraestructura, la digitalización es fundamental para el  crecimiento de la población urbana. Al incorporar la digitalización, es posible brindar más oportunidades, tanto en eficiencia como en datos que permitan a las ciudades brindar un mejor servicio a sus ciudadanos. En este contexto  encontramos una tendencia a generar valor en infraestructura para soluciones de carga de vehículos eléctricos y por otro lado a lograr una mayor eficiencia energética.

Además de las innovaciones tecnológicas, es necesario crear un ecosistema que incluya alianzas entre sector el público y privado., intercambios con universidades, centros de investigación y desarrollo, entre otros. Asimismo una gestión urbana eficiente incluye una planificación colaborativa a través de la participación ciudadana.

Al promover un desarrollo integrado y sostenible, las ciudades inteligentes pasan a ser más innovadoras y resilientes, mejorando la calidad de vida y la forma en que nos movemos.

Autor: Diego Cosentino, Especialista en Movilidad Sostenible | e-Mobility.