Camila Gramkow y Gabriela Oliveira, profesionales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), son las autoras del estudio “Impulsionando investimentos em ônibus elétricos no Brasil”.

Luego de analizar la actualidad, las oportunidades y los actuales modelos de financiación, adecuados a las características de los autobuses diésel, coinciden en la necesidad de que la agenda de trabajo para la electrificación de los autobuses en Brasil debe asociarse a la construcción de una Estrategia Nacional de Movilidad con Bajas Emisiones de Carbono.

Esta debe permitir pensar en soluciones sostenibles para la movilidad en las ciudades brasileñas de forma sistémica.

“Dicha Estrategia Nacional de Movilidad con Bajas Emisiones de Carbono merece un debate en profundidad y podría ser un frente de trabajo para un futuro próximo”, sostienen en el documento.

Y van más allá, ya que el marco político en el que se debería encuadrar esta estrategia sería a partir de la creación de un Plan Nacional de Electromovilidad.

“La principal razón por la que los actores relevantes de la agenda del bus eléctrico en Brasil han expresado la necesidad de un Plan Nacional de Electromovilidad radica en un entendimiento común sobre la urgencia de una coordinación y articulación centrales para la electrificación de autobuses a gran escala en el país”, refieren.

Cabe destacar que desde la cadena de suministro de insumos, pasando por la producción de vehículos y el operador al final de la línea, a organismos municipales, estatales y federales que actúan en diversas áreas (planificación, movilidad, gestión medioambiental, ciencia, tecnología e innovación, asuntos de tesorería, relaciones internacionales, entre otras), son numerosos y diversos los actores que desempeñan un papel en la transición a la electromovilidad.

“En este contexto, es crucial que se desarrollen mecanismos para conectar, integrar y coordinar a las partes interesadas. Para vincular zonas, integrar sectores, generar sinergias y alinear los instrumentos de política pública, se necesita que el gobierno federal asuma un papel protagónico en su capacidad de coordinación y articulación, en el sentido de convocar a los actores y liderar el proceso de construcción de un Plan Nacional de Electromovilidad”, expresan.

Para ello, la agenda de trabajo propuesta cuenta con distintos objetivos:

• Contribuir a una movilidad urbana sin emisiones de contaminantes atmosféricos en las ciudades
• Facilitar la descarbonización del sector del transporte
• Favorecer el transporte colectivo y el bienestar de las personas en sus desplazamientos urbanos
• Apoyar el desarrollo de un mercado nacional de autobuses eléctricos
• Promover el desarrollo industrial de la electromovilidad
• Contribuir a la recuperación económica, la renta y el empleo
• Reforzar la presencia brasileña en el mercado latinoamericano de la electromovilidad

“La aplicación de esta agenda sentará las bases de un gran impulso hacia transformación sostenible de los modelos de producción y consumo de servicios de movilidad urbana en Brasil”, concluyen Camila Gramkow y Gabriela Oliveira.

El estudio completo queda disponible en este link.