Aunque la capital del país es hoy una de las ciudades emblema en materia de movilidad eléctrica, el transporte cero emisiones aún no se ha expandido a gran escala. La realidad es que un gran número de pequeños operadores acompañado por la falta de un financiamiento adecuado ralentiza una transición completa. 

“Estamos trabajando en reorganizar a los operadores y conformándolos en empresas, como ya se hizo en otras ciudades tales como Bogotá y Santiago”, adelanta Rodrigo Díaz, subsecretario de Planeación, Políticas y Regulación en la Secretaría de Movilidad de Ciudad de México. 

Y asegura: “Una vez que tengamos eso, junto a un marco financiero adecuado, podremos empezar a soñar con electromovilidad. Todavía nos falta un paso previo”. 

En ese sentido, es necesario tener primero un marco institucional, operacional y financiero con empresas sólidas, sustentables y bien organizadas que posibiliten el cambio de tecnología, considerando los altos costos de las unidades eléctricas y de su red de recarga. 

Para lograr esto, sostiene: “Tenemos que identificar áreas de oportunidad donde se pueda maximizar la rentabilidad social, generar rápidas ganancias y detonar la expansión de la electromovilidad”. 

Para Díaz, por ejemplo, un punto de entrada exitoso hacia la movilidad eléctrica podría darse a través de los taxis eléctricos y los ciclotaxis, los cuales pueden permitir “ganancias rápidas y sencillas”.

“Además de tener un costo menor, al estar dando vueltas todo el tiempo se pueden abatir rápidamente los costos de capital y gozar los beneficios del bajo precio de la operación”, indica.

De hecho, los taxis eléctricos serán la gran apuesta de CDMX para este año. Acompañada por la Nacional Financiera (NAFIN) y el Banco de Desarrollo Alemán KfW, la ciudad otorgará 175 mil pesos a aquellos conductores de taxis que elijan unidades cero emisiones para trabajar, luego de haber chatarrizado su auto a combustible. 

Esto significa una ampliación de 75 mil pesos del subsidio ya existente, con lo que se espera que finalmente se opte por estas unidades. En los últimos años del programa, los taxistas han elegido en su mayoría vehículos altamente eficientes, mientras que una minoría se inclinó por unidades híbridas. 

“Debemos garantizar la sostenibilidad financiera de las inversiones. Estas son muy costosas y no podemos darnos el lujo de, por tener determinado producto, sacrificar empresas que a veces tienen economías delgadas”, comenta en el Webinario «Diálogo Público-Privado sobre Electromovilidad América Latina-Asia».

Otra solución que han encontrado las autoridades de la ciudad es aprovechar al máximo las condiciones con las que ya cuentan para abaratar costos como en el caso de los trolebuses, a cuya infraestructura solo se necesitaba sumarle una renovación de flota. 

Este año se incorporarán trolebuses elevados. Sumar estas unidades implicará el retiro de 235 microbuses y 15 autobuses viejos, siendo reemplazados tan solo por 23 trolebuses. Estos últimos recorrerán una ruta de 7.4 kilómetros de longitud con 10 estaciones.