Uno de los mayores retos que hoy implica la incorporación de 500 trolebuses en Ciudad de México (CDMX), meta cuya año límite es 2024, es el de contar con empresas capaces de sostener la inversión que requiere este tipo de transporte, no sólo en cuanto a las unidades en sí mismas sino también en relación a la infraestructura que demandan.

En ese sentido, Luis Gilberto Limón Chávez, secretario de Movilidad del Estado de México, asegura: “Con la cantidad de viajes que realiza el transporte público concesionado aquí, el reto consistirá en institucionalizar el sector. Con esto me refiero a crear empresas que tengan la fortaleza de incorporar este tipo de tecnología a los corredores densos de transporte”. 

Pese a los costos que conllevan los trolebuses, la experiencia con los mismos ha sido lo suficientemente satisfactoria como para ampliar los trayectos con las dos nuevas licitaciones de ruta que saldrán pronto y buscarán nuevos inversionistas. 

Uno de los trolebuses será el de Chalco-Santa Clara, que cuenta con una longitud de 18 kilómetros y que circulará 6.12 km a nivel por el derecho de vía de la autopista México – Puebla hasta el eje 10 y 11.8 km de viaducto elevado hasta la terminal Santa Marta en Ciudad de México. El otro es el Chalco – Tláhuac, cuya longitud es de 18.5 km y circulará a través de la Calzada Tláhuac – Chalco. 

En la actualidad, existen 200 trolebuses nuevos además de aproximadamente unos 100 que operaban desde antes, que aunque ya pasaron su vida útil siguen en condiciones de operación. Cabe destacar que, en un principio, esta inversión en unidades de 12 y 18 metros se debió a que la Ciudad ya tenía la infraestructura para operarlos.

Además de la consolidación de empresas que tengan el sustento suficiente para hacerle frente a este tipo de inversión, otro reto que encuentran las autoridades es la de marcar un precedente de trabajo conjunto entre el Estado de México y la CDMX. 

“El tema de la movilidad eléctrica y, en particular, lo que estamos haciendo en conjunto con los trolebuses es importante no solo por un tema de planeación, sino que también se trata de sentar las bases para tener una autoridad coordinada en materia de movilidad para la Ciudad de México”, advierte Limón Chávez.

Y agrega, durante el webinar Ciudades Inteligentes: el poder de la innovación y las alianzas estratégicas: “Esta alianza estratégica puede darnos muchas enseñanzas de cómo podemos atacar en el ámbito metropolitano el tema de la movilidad eléctrica”. 

Siguiendo esta línea, para Andrés Lajous Loaeza, secretario de Movilidad de la Ciudad de México, lo realizado y a lo que se apunta es un buena inversión que pueda ser contemplada por otras ciudades. 

“Los trolebuses con los que hoy contamos tienen una autonomía de 70 kilómetros. Es menos que la de un autobús de baterías, pero creo que tienen un papel importante y muchas ciudades deberían considerar la inversión en esta infraestructura donde no es necesario tener el 100% del recorrido con catenarias sino que puedes estar haciendo la recarga en la catenaria y después tener autonomía”, indica. 

Y cierra: “Ahora estamos operando una línea en Plagua, donde una parte del recorrido es con catenaria y luego continúa sin. Vale la pena que todas las ciudades evalúen qué es lo que les conviene según sus propias características. En ese sentido, tienen que conocer las características físicas y de la demanda de la ciudad”.