Las últimas licitaciones de Trasmilenio en Bogotá fueron por un total de 55 rutas repartidas en seis Unidades Funcionales que involucraron 1295 vehículos donde las propuestas estructuradas de tecnología eléctrica recibieron un puntaje adicional al igual que aquellas que contemplaron el componente nacional.

Colombia solo tiene dos empresas de carrocería dedicadas a este segmento: Superpolo y Busscar.

Las primeras unidades eléctricas que se incorporaron al transporte público fueron 13 con chasis Yutong y ensambladas por Superpolo.

Luego, las 406 unidades adjudicadas en el último proceso licitatorio son con chasis BYD y carrocería Superpolo que circularán en las UF 6 (Fontibón III) y 17 (Fontibón V).

En tanto, las 596 unidades para las UF USME II, Fontibón IV y Perdomo II también serán del gigante chino BYD, pero en este caso con carrocería Busscar.

Sobre esta experiencia, James Posada, gerente general de Superpolo, sostiene: “Trabajamos arduamente con los organismos del Estado, operadores y empresas para que le den 10 puntos a quienes elegían fabricación local, fue un gran logro. Aunque no sea representativo en el puntaje total de la licitación, como las decisiones de estos procesos son tan reñidas, esos puntos marcan la diferencia”.

En esta oportunidad todos los oferentes optaron por tecnología eléctrica y ensamblado local, no como en etapas anteriores que, aunque los buses eran cero emisiones, se decidió importarlos totalmente armados.

“El impacto es altísimo, es una generación de empleo muy grande. Estamos contemplando ampliar la planta para cuando fabriquemos esas unidades para cumplir con los tiempos de entrega, los chasis llegan en marzo por lo que deberíamos contratar el doble del personal operativo”, adelanta a Portal Movilidad.

En este sentido, agrega: “Nuestros proveedores deberán hacer lo mismo, además, permite hacer inversión en tecnología, maquinarias y equipos para ampliar y mejorar las condiciones”.

Cabe recordar que quedan pendientes tres unidades funcionales: Suba Centro II, Suba Centro V y San Cristóbal. Al respecto, Posadas indica: “Estamos pendientes de la decisión que tome el ente gestor, ya sea para una nueva licitación o tratativas con proveedores existentes, queremos seguir ofertando el producto”.

En esta oportunidad se optó por buses de 50 y 80 pasajeros, busetón y padrón respectivamente. El primero ronda los 9.7 metros y el segundo de casi 12 que resta definir con BYD China.

Haciendo referencia a los requisitos, Juan Carlos Santamaria, gerente de Ingeniería de Superpolo, explica: “Se pide es que cumplan con la cantidad de pasajeros con la longitud más corta posible para que los ángulos de entrada y salida sean lo más grande posibles y evitar choques”.

Además, destaca que cumplen con todas las normativas colombianas en lo que respecta a accesibilidad y a nivel internacional en la tipología BRT con certificación a través de la casa matriz, Marcopolo, en Brasil.

“El peso de las unidades presentó un gran desafío tanto para nosotros como para BYD, con reuniones diarias enfrentamos el reto de la mano. La electrónica de estos buses requiere un manejo de señales a una central de datos que maneja Transmilenio para analizar velocidad, peso, posicionamiento, cámaras, entre otras cosas, por lo que implica un trabajo en conjunto”, refiere.

Las rutas de las unidades funcionales a las cuales serán asignadas estos buses eléctricos tienen una pendiente de hasta 15%.

Sobre este tema, comenta: “La licitación pide que el bus pueda subir una rampa del 25% por 500 metros que es una exigencia elevada hasta la normativa europea que prevé 22. Aquí si hay cambios abruptos por lo que el fabricante del chasis viene trabajando en la suspensión y la altura”.

Respecto a ese último punto, en los pliegos se solicita que del piso a la escalera o rampa haya 280 milímetros, los ángulos de entrada de 12° y de salida de 9° para poder cubrir toda la topografía ya que no circulan por vías troncales.

Por otro lado, la carrocera colombiana ya tiene mapeadas las ciudades de Cali, Cartagena y Barranquilla a la espera de las licitaciones venideras con todo el interés en participar.