Costa Rica | Infraestructura de Carga
miércoles 07 de octubre de 2020
Caso Costa Rica: El rol de la empresa eléctrica en el fomento de la movilidad eléctrica
El papel fundamental es procurar y proveer electricidad limpia y la promoción de la movilidad eléctrica, pero ¿cómo se desglosan las normativas, regulaciones y etapas para que los vehículos cero emisiones sean masivos?
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El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) es la empresa estatal que brinda servicios de electricidad y telecomunicaciones. Fue creado por el Decreto – Ley N° 449 del 8 de abril de 1949. Actualmente cubre todo el territorio nacional y cuenta con una matriz eléctrica en un 99% renovable, proveniente de hidroeléctrica, geotérmica, eólica, biomasa y solar.

Está además involucrado en la precisión de las especificaciones técnicas de vehículos eléctricos, cargadores y plataforma de gestión, en la elaboración de las licitaciones, relación con proveedores, pruebas de instalación y operación de cargadores, pruebas pilotos para recambio de flotas, diseño de estrategias de educación, interoperabilidad de redes de recarga y evaluación del impacto de la incorporación de los vehículos eléctricos en las redes eléctricas.

El Ingeniero Bernal Muñoz, especialista en movilidad eléctrica del Instituto Costarricense de Electricidad, en un webinar organizado por la Universidad Autónoma de Honduras, explica en detalle todas las aristas en las que la entidad se ve implicada para promover y garantizar la movilidad eléctrica en el país.

“No es solo instalar el cargador y nos vamos, es una serie de articulaciones que no se pueden interrumpir”, sostiene y agrega: “En ese momento se comienza a brindar un servicio público y regulado que debe ser de calidad”.

Como primer punto menciona que desde la empresa se decidió fomentar con el ejemplo. Por tal motivo se adquirió una flota de 100 unidades eléctricas en el 2018 y 110 cargadores semi-rapidos para comenzar a construir una red de recarga pública.

Conforme avance la circulación de vehículos eléctricos, existirá mayor demanda y consumo de energía, por lo que se evalúan los planes de expansión eléctrica para estar prevenido y poder garantizar el suministro.

En este sentido, un eje fundamental es la interoperabilidad de la red de recarga y la plataforma de gestión que debe precisar los tipos de conectores, la conexión con el vehículo, la conexión de los cargadores con la plataforma, la plataforma como tal, quién opera la red y el usuario final.

Según comenta el experto, se puede dividir en tres: tener el cargador en línea para mantenimiento y soporte; a nivel servicio al cliente un call center, una aplicación para el móvil para ubicar los cargadores y gestión de cobro; sistema de control físico para generar información y data que detalle cómo se comporta la red de recarga.

En la labor del ICE también están las palabras innovación y asesoramiento. “El mercado está bastante maduro en los vehículos tipo sedán y buses eléctricos, pero qué pasa con la carga pesada. Trabajamos para dar respuesta a nuestros clientes en este segmento”, expresa.

Parte de la tarea de la entidad en la promoción de la movilidad eléctrica es darle apoyo a pilotos que se pongan en marcha. Uno de los casos es la incorporación de los buses eléctricos donados por el gobierno alemán a través del Ministerio de Ambiente y ejecutado por la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ).

Por otro lado, se realizaron estudios de mercado que indican que cuáles son los miedos y mitos incorporados aun en la ciudadanía y en base a esto inició la etapa de educación y exhibición de los vehículos.

Normativas

Para la creación de la red de carga, en una primera instancia se trabaja las especificaciones técnicas de los equipos y los requisitos para las licitaciones de los cargadores. En el país finalmente se eligió el IEC- 62196 para conectores y IEC- 61851 para modos de carga.

Asimismo, el Reglamento N° 41642 establece la obligatoriedad de la instalación de cargadores por parte de todas las distribuidoras de energía eléctrica y recomienda los lugares a elegir.

“Estos surgieron de un estudio realizado por la Universidad de Costa Rica que considera los aspectos de las redes trifásicas para establecer un mapa referencial. Los propuestos aseguran una red de recarga básica para que cualquier vehículo pueda circular por todo el país”, explica Muñoz.

Los cargadores rápidos que forman parte de la red pública deben ser instalados en espacios que tengan seguridad, servicio y comunicación, para esto es fundamental las asociaciones públicas privadas, como centros comerciales, gasolineras, hoteles, etc.

Para la puesta en marcha, la gestión, recarga en la operación y mantenimiento de la infraestructura hay que capacitar a los empleados, que en este caso son del ICE.

Respecto a las obras civiles, el ingeniero comenta: “Puede darse una tercerización, pero es importante porque requiere ingeniería mecánica y eléctrica, implica un análisis para no sobresaturar el tendido eléctrico”.

Infraestructura de carga pública

La movilidad eléctrica significa más ingresos por mayor demanda. “Las empresas eléctricas deben trabajar en asociación con proveedores de vehículos y de servicio de recarga para encontrar resultados en nuevos modelos de negocios”, añade.

Hoy en día está en proceso de la instalación de 28 cargadores rápidos. Estos se suman a la actual red de carga para carros eléctricos, que cuenta con 34 cargadores semi-rápidos y 11 cargadores rápidos en todas las provincias del país. En el país están disponibles cargadores SAE J1772 tipo 1, CHAdEMO y GB/T.

Sobre este punto, Muñoz destaca: “Es fundamental hablar con los fabricantes esto para que no ingresen vehículos y no tengan dónde cargar”.

Para que el usuario tenga fácil acceso, el Grupo ICE desarrolló una aplicación que permite la geolocalización de los cargadores para vehículos eléctricos. Entrega un informe en tiempo real sobre cuántas personas los están utilizando y el tiempo de espera en cada una de las estaciones.

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