Europa | España - Vehículos Eléctricos
martes 30 de agosto de 2022
Caso «Batraw»: Siete firmas españolas recuperan materias primas críticas de baterías de coches eléctricos
El objetivo es poder reutilizar materiales como el cobalto, el níquel y el litio. Siete empresas españolas participan en el proceso.
Compartí la nota

La Comisión Europea ha financiado con diez millones de euros un proyecto cuyo objetivo es «desarrollar dos sistemas piloto innovadores para el reciclaje sostenible de las baterías de vehículos eléctricos».

El proyecto Batraw, que recibe su financiación del programa de investigación en innovación Horizon Europe, se centrará en tratar de separar materias primas críticas de estas baterías, como el cobalto, el níquel, el manganeso, el litio, el grafito, el aluminio y el cobre, para poder darles otro uso y lograr una cadena de suministro más estable y sostenible.

Lograr reciclar estos materiales de las baterías usadas daría solución a la escasez a la que ya se empiezan a enfrentar los fabricantes debido a la explosión de la demanda de materias primas como el níquel y el litio, cuyo precio ya ha subido notablemente en los últimos años y cuyas reservas son cada vez más reducidas.

Durante un periodo de cuatro años, 18 empresas de siete países europeos participarán en este proyecto, liderado por una compañía española, Leitat, con el objetivo de encontrar soluciones que permitan impulsar «modelos de negocio circulares», según señalan desde la Comisión Europea.

Desde Cesvimap, el centro de I+D de Mapfre y uno de los participantes en el proyecto, señalan la importancia de esta investigación.

«Se está hablando mucho de las plantas de creación de baterías, pero ¿qué va a pasar con ellas?», comentan.

«Ahora mismo no hay ninguna legislación, entonces Mapfre está intentando adelantarse al futuro», con iniciativas de este tipo.

«Lo que la sociedad y la industria no están pensando es a qué problema se van a enfrentar mañana cuando empiece a haber un montón de baterías en el mercado ya utilizadas y haya que ver qué hacer con ellas», señala por su parte Rubén Compains, socio fundador de Comanai, una de las participantes en el proyecto, en declaraciones a este periódico.

«Lo que va a permitir este proyecto a Comanai es adquirir el know-how para desarrollar procesos de desmontaje de baterías y acabar solucionando un poco hoy los problemas que va a haber mañana», añade Compains.

Siete empresas españolas en varias partes del proceso

Entre las compañías que forman parte de Batraw hay siete españolas, repartidas en distintos puntos de la geografía nacional.

Son del centro de investigación de Mapfre (Cesvimap), BeePlanet Factory, Recyclia, Comanai, Indumetal Recycling, Torrecid y la coordinadora del proyecto, Leitat.

Una de estas empresas, BeePlanet Factory, será quien lidere el primer piloto desde su sede en Pamplona, donde aplicará procesos semiautomáticos para el manejo de las baterías con el objetivo de separar hasta el 95% de sus componentes.

Las baterías que se utilizarán para este proceso proceden tanto de los fabricantes de vehículos implicados en Batraw, Ford y Renault, como desde Cesvimap, que aportará baterías de vehículos que hayan acabado su vida.

Dentro de esta fase del proyecto, «Comanai es la empresa que fabrica, diseña y monta la línea pilotoE», según explica Compains.

Además, «lo que hace es adquirir las tecnologías que otras empresas dentro de los otros paquetes de trabajo van a ir desarrollando», como los equipos para descargar la batería o el escáner para reconocer el tipo que llega a la línea de producción.

Finalmente, BeePlanet será quien probará esa línea que funciona, como responsable de este grupo de trabajo.

Un prototipo de batería con los materiales reciclados 

Cuando finalice el proyecto, que incluye además el análisis de buenas prácticas para la manipulación y el transporte seguro de los residuos que generan estos materiales, se creará una batería prototipo con las materias primas recuperadas y un pasaporte digital para capturar y comunicar información clave a lo largo de su ciclo de vida.

Además, en la fase final del proyecto, las empresas participantes analizarán la viabilidad de un plan empresarial para poder explotar en toda la Unión europea estos nuevos procesos de desmontaje y reciclaje, así como elaborarán recomendaciones de políticas basadas en los resultados del proyecto, según informó The Objetive.

Destacados.