La optimización de la recarga para aquellos vehículos eléctricos que forman parte de una flotilla empresarial se ha convertido en un punto clave de estudio para las empresas de soluciones de carga como Circutor, en especial, teniendo en cuenta el “boom” que implicó el servicio de reparto tras la pandemia de coronavirus. 

En ese sentido, el desarrollo de sistemas que permitan una carga inteligente y de mayor velocidad se ha vuelto un punto crucial para las compañías especializadas en recarga de energía. 

“La mejora de la velocidad de la carga es una oportunidad”, advierte Mónica Samudio, directora general de Circutor, durante el Especial Movilidad Eléctrica en Latinoamérica y Caribe organizado por Portal Movilidad. 

Y agrega: “Obviando los esfuerzos de las automotrices para mejorar la ingeniería de los vehículos para flotas, es el cargador el que, en circuitos de mayor tamaño, logra rectificar la corriente de la red para que esta puede entregar más energía”. 

En consecuencia, según Samudio, “se pueden establecer redes de recarga distribuidas y permitir el flujo de energía bidireccional. Así, el coche funciona como generador energético o fuente de energía estabilizando la red”. 

A su vez, destaca que la falta de unificación de los estándares de carga rápida obliga a las compañías a repensar el modelo de los conectores, encontrando así otra necesidad de desarrollo de tecnología para el sector. 

“Esto nos lleva a pensar en el diseño o en la ingeniería de conectores como convertidores y adaptadores, contemplando que las velocidades no son tan altas como las de los conectores originales”, plantea la directora de Circontrol. 

Teniendo en cuenta esta perspectiva, en abril, la firma lanzó su nuevo cargador rápido compacto ideal para la vía pública, el Raption 100, el cual cuenta con una potencia de hasta 100 kilovatios en corriente continua, capaz de cargar tanto en el estándar COMBO CCS como con CHAdeMO. Además incorpora una manguera extra para la recarga simultánea de hasta 22 kW en alterna para una segunda plaza.

Por último, comenta: “Hay que encontrar la fórmula adecuada de cada compañía en cuanto a la gestión de infraestructura y por ende de la recarga. Queremos que esto provoque una mayor rentabilidad en las flotillas. Justo este tema hubiera podido ayudar a las empresas en estos momentos de contingencia global en los cuales los tiempos de entrega son impensados”.

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