El primer ministro canadiense Justin Trudeau regresó a Ottawa después de no poder convencer al presidente estadounidense Joe Biden de que elimine los créditos fiscales propuestos para vehículos eléctricos que favorecerían a los fabricantes estadounidenses, pero aseguró que seguiría buscando una solución.

Los demócratas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron recientemente el proyecto de ley de inversión nacional de 1,75 billones de dólares que incluye los créditos fiscales y lo enviarán al Senado donde continuarán las negociaciones.

Canadá teme que los créditos socaven sus propios esfuerzos para producir vehículos eléctricos (EV) en Ontario, el corazón industrial del país, donde General Motors, Ford y Stellantis ya ensamblan automóviles y camiones y planean un cambio hacia los eléctricos.

«Los estadounidenses son muy conscientes de la posición de Canadá sobre esto, y nuestras preocupaciones al respecto, y francamente, las amenazas que plantea a más de 50 años de fabricación de automóviles integrada en nuestros dos países», declaró Trudeau a los periodistas después de reunirse con Biden en el Casa Blanca.

“Obviamente, tenemos algunas diferencias de opinión sobre estos temas”, agregó. «Pero tenemos una gran relación … y vamos a solucionar todos los problemas que tenemos».

El tema del crédito fiscal fue el primero que Trudeau mencionó en su reunión individual con Biden, indicó una fuente del gobierno, y la ministra de Finanzas canadiense, Chrystia Freeland, advirtió el miércoles que los créditos fiscales corren el riesgo de convertirse en el tema bilateral dominante entre los dos países.

Canadá afirma que violaría las reglas del nuevo tratado comercial de América del Norte, o USMCA (Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá). La Casa Blanca insistió en que no. Canadá indicó que respondería si se aprueban los créditos fiscales.

Trudeau indicó que discutió otros temas polémicos con Biden, como sus disposiciones de «Compre productos estadounidenses» y el impulso de Michigan para cerrar el oleoducto de la Línea 5 de Enbridge Inc., pero no encontró soluciones.

«No hubo una victoria definitiva para Canadá», aseveró la Cámara de Comercio Canadiense, y la oposición del Partido Conservador dijo que el fracaso mostró que «la relación de Canadá con Estados Unidos ha decaído bajo el mandato del Sr. Trudeau».

Trudeau tuvo una relación difícil con el expresidente Donald Trump, quien una vez lo llamó «deshonesto y débil», y fue el primer líder mundial en felicitar a Biden después de que fue declarado ganador de las elecciones de 2020.

Pero Biden canceló aquí un oleoducto de Canadá a los Estados Unidos que Trudeau apoyó en su primer día en el cargo, y Washington anunció planes para duplicar los aranceles sobre las importaciones de madera canadiense y solicitó un panel de disputas sobre las cuotas de importación de lácteos de Canadá.