En septiembre el fabricante italiano de camiones Iveco y la start up estadounidense Nikola anunciaron que hacia finales de este año comienza la fabricación del primer camión eléctrico en la ciudad alemana de Ulm.

El modelo en cuestión es el Nikola Tre, tendrá una capacidad de carga de 42 toneladas y ofrecerá hasta 400 kilómetros de autonomía. De acuerdo a los primeros detalles, tendrá una velocidad máxima de 121 km/h y recargará su batería en aproximadamente dos horas con carga rápida.

Este modelo en una primera instancia fue pensado a hidrógeno, pero finalmente saldrá al mercado con baterías de litio. No obstante, en 2023 iniciaría la fabricación de la versión de pila de combustible.

¿Qué sucederá con el mercado latinoamericano? ¿Cuándo arribará? Daniel Calderoni, director comercial para países importadores de Sudamérica, en exclusiva para Portal Movilidad durante la Expocarga en Punta del Este, brinda las primeras señales.

“Esperamos en 2023 lograr la masividad de los vehículos eléctricos y que eso incluya la región”, sostiene. Y agrega: “Esta pre serie que comienza en Ulm será para un público limitado de Europa para hacer pruebas y luego lograr la producción en masa y abastecer otros mercados como Latinoamérica”.

En esa línea, menciona que dependerá de los recursos naturales de los países los plazos, y las tecnologías con las cuales se desembarcará. “Miramos que haya energías renovables porque a los vehículos los pensamos como un todo, allí apuntaremos a los eléctricos e hidrógeno”, indica.

En 2023 sigue siendo el año clave. Para el segmento de carga liviana estará el desarrollo de un modelo eléctrico que el diferencial serán las baterías modulares que permitirá diseñar el vehículo de acuerdo a la necesidad del cliente.

En otras palabras, si se requiere una autonomía de 100 kilómetros con la modularidad se adaptará para alcanzar ese número y “garantizar el precio más económico y viable para el cliente”.

Sin embargo, destaca los factores externos: “Por más que se muestre económicamente viable, es difícil que se arranque con la operación de una nueva tecnología. Por eso necesitamos el apoyo normativo de los Gobierno y que otorguen subsidios a quienes lo quieren implementar”.

“Las metas nacionales e internacionales son un incentivo más para que los clientes comiencen a optar por las tecnologías limpias”, afirma el director comercial para países importadores de Sudamérica.

Vale recordar que Iveco es uno de los fabricantes que hace un año se comprometió a dejar de vender vehículos que produzcan emisiones para 2040.