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jueves 11 de noviembre de 2021
BYD pronostica una ola de vehículos eléctricos chinos en Latinoamérica para 2023
Eduardo López de Victoria, country manager en Centroamérica y Caribe de BYD, participó de una entrevista exclusiva en Personalidades con Portal Movilidad donde retrató las perspectivas del mercado en la región.
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Fabricantes de vehículos eléctricos, como BYD, auguran un 2022 «crucial» para el mercado de vehículos eléctricos en la región, a la vez que un 2023 con nuevas marcas y modelos provenientes, en especial, de China. Sin embargo, también afirman que en el sector del transporte público, la evolución de la movilidad eléctrica continuará más lenta hasta que existan perspectivas financieras claras.

«Creo que el 2022 y el 2023 van a ser años cruciales dado que muchas marcas van a empezar a traer nuevos modelos y nuevas tecnologías, como el hidrógeno verde. Hoy en Latinoamérica la oferta está limitada porque no todas las marcas están en todos los países», afirma Eduardo López de Victoria, country manager en Centroamérica y Caribe de BYD, durante el ciclo de entrevistas Personalidades de Portal Movilidad.

Y agrega: «Pienso que el 2023 va a ser más impactante en cuanto a la llegada de vehículos eléctricos chinos teniendo en cuenta que en 2022, con la escasez de productos y componentes electrónicos de hoy, se va a detener un poco el suministro de estos vehículos».

Por fortuna, el mercado de movilidad eléctrica latinoamericano comienza a permitir tener esta visión a futuro sin que suene descabellado.

Países como México, Colombia y Brasil, por poner tan solo algunos ejemplos regionales, son casos positivos que generan expectativas y oportunidades entre las automotrices y el sector privado.

De hecho, por ejemplo, en el primer trimestre México fue el país que más vehículos amigables con el medioambiente puso en las calles. Tiene 143 vehículos eléctricos, 43 más que el año anterior. En híbridos, 358 PHEV y 9360 HEV. El total trimestral concluye con 9861 con una mínima caída del 0.8%.

Sin embargo, si bien este impulso comercial es beneficioso para todos los sectores de la electromovilidad, en el transporte público los pasos dados son más lentos en un proceso que debe ir acompañado de políticas públicas, reglas de juego claras y apoyos financieros sólidos.

En ese sentido, López de Victoria afirma: «Hace falta la organización de un sistema que sea tanto rentable como seguro porque lo que el banco busca es la recuperación».

«Creo que ahí es donde el Gobierno juega una parte fundamental en el sistema de transporte para que el recaudo del dinero sea formal y bien administrado. Esto le permite al banco saber que esa garantía de pago se va a dar de manera correspondiente. Tiene que haber, además, un balance perfecto con el tema tarifario del suministro de energía, el cual es muy importante para el modelo de negocios», cierra.

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