A través de una estrategia novedosa e incipiente, la información que brinda la telemática permite hoy que tanto buses eléctricos como a diésel, dentro de una misma flota, sean capaces de compartir rutas de operación. 

Según los expertos, la clave para desarrollar esta clase de programación radica en una instalación de puntos de carga eficiente.

“No hay hoy una empresa que haga una programación tanto para buses diésel como eléctricos. Lo que hacen es un itinerario de eléctricos, que va de la mano de la autonomía de la unidad”, advierte Álvaro Iriarte Sanderson, regional director South Cone de Optibus, durante el Especial Movilidad Eléctrica en Latinoamérica y el Caribe organizado por Portal Movilidad. 

En ese sentido, destaca la importancia de la carga: “Lo que pasa es que es en los depósitos existentes de las empresas donde se implementan los cargadores. Sin embargo, hay que conocer el plan operacional del sistema de transporte para luego saber dónde instalar el cargador”. 

La realidad, igualmente, explica Sanderson es que realizar este tipo de estrategias es muy complejo, considerando que recién hoy aparecen los software capaces y, a su vez, hacerlo de manera manual no es una opción viable. 

“Nosotros empezamos a hacer esa integración. Hacemos que los eléctricos salgan de su ruta en particular y anden en otras, que obviamente están conectadas con sus respectivas autonomías porque la planificación de los cargadores está en los depósitos”, señala. 

Luego, aclara: “Lo que hay que hacer antes de implementar los cargadores es un estudio a través de nuestra plataforma, donde se pueden optimizar los cargadores dependiendo del plano operacional”. 

Aunque hacer esta clase de programaciones es difícil, desde Optibus intentan hacer que todo sea lo más eficiente posible teniendo en cuenta los patios y los cargadores. 

“Todo esto lo volcamos a nuestra preferencia en el software y lo integramos a un bus eléctrico. La clave es el tiempo que está detenido el bus para hacer esta programación”, afirma Sanderson. 

De esta manera, es importante diferenciar cómo carga una unidad cero emisiones y una a diésel. En el primer caso, se debe enfriar y, después, pasar a la carga. Esos tiempos son muy particulares. 

En el segundo, se le echa combustible y en, aproximadamente, 15 minutos ya está listo para operar de nuevo. Con el bus eléctrico no existe esa precisión.

“Nosotros tomamos mucha información de los sistemas que tienen Copec Voltex y Enerlink, y otros sistemas de cargadores, porque es lo más importante para nosotros. También otra información relevante es la de los fabricantes de los buses y de la operación”, indica Sanderson.

Finalmente, cierra: “Además, dentro de la estrategia está el precio de la electricidad. Es muy importante tener horarios de carga, donde el precio de la energía es más barato”.

El video completo: