Tras meses sin cobrar el pago correspondiente, las operadoras del MIO de Cali continúan sin una respuesta por parte del gestor municipal, a la vez que la circulación de sus flotas se encuentra al borde del cese, incluyendo a los 26 buses eléctricos.

“La situación con los pagos no ha mejorado nada. La administración aduce que tiene pocos recursos y que la operación de servicios públicos es muy deficitaria”, afirma Julián Ignacio Beltrán, director de Operaciones en Blanco y Negro Masivo, en diálogo con Portal Movilidad. 

Según la empresa, desde septiembre, Blanco y Negro Masivo no cuenta con el reintegro correspondiente. Cabe recordar que las autoridades estarían debiendo a las operadoras 80 mil millones de pesos.

“Con lo último que nos pagaron, creemos que podemos aguantar dos o tres semanas la operación, salvo que ingresen otros recursos. Vivimos el día a día porque no tenemos cómo hacer inversiones ni proyecciones”, señala Beltrán.

Y agrega: “Ojalá haya algún ingreso de esos dineros para poder continuar con la prestación del servicio. Serían aproximadamente 280 mil usuarios que podrían verse afectados”.

En la actualidad, la empresa opera 328 buses, de los cuales 26 son cero emisiones. 

Por su parte, desde GIT Masivo, compañía que cuenta con diez unidades eléctricas, la respuesta es la misma: “Hasta ahora, todo está parado”. 

“Estamos esperando aprobaciones del Concejo para poder seguir. Hasta febrero hay con qué operar. Después de ahí, el futuro es incierto”, indica Gonzalo Cucalón a Portal Movilidad. 

Si bien muchas de las ciudades de Colombia se han visto en crisis, la más afectada ha sido Cali. Allí el MIO, en 2022, no llegó a los 600.000 pasajeros diarios que necesita para alcanzar su punto de equilibrio. 

De hecho, desde la pandemia y el paro nacional de 2021, no supera los 250.000 pasajeros por día.

Esto ha causado que el sistema se vuelva prácticamente insostenible, a tal punto que ha tenido que liquidar contratos con concesionarios por deudas millonarias.

Considerando la puesta en duda de las operaciones, la Procuraduría General de la Nación tuvo que intervenir, mediante la instalación de mesas de diálogo, para que ambas partes resuelvan sus diferencias.

No obstante, aún no se llegó a ningún resultado. 

Por su parte, la alcaldía tiene también otros planes: crear un sistema de transporte integrado, que permita dar respuesta de circulación a todos los ciudadanos, el cual incluiría la compra de 500 buses eléctricos. 

“Este no sería tan integrado porque habría dos entes gestores: Metrocali como gestor del sistema MIO, y otro que sería el encargado de regular el transporte colectivo intermunicipal, el cual se va a legalizar, manejado por la Secretaría de Movilidad”, advierte Gonzalo Cucalón. 

Y cierra: “Posiblemente nos vamos a encontrar con que la Secretaría tenga más facilidades porque Metrocali no tiene presupuesto ni autoridad en la ciudad. Entonces, se pueden llegar a dar más facilidades a un sistema que al otro”.