Con el claro objetivo de continuar reduciendo las emisiones de CO2 y bajo las directrices emitidas por la Unión Europea, se abre un nuevo capítulo en torno a la infraestructura de carga y los impedimentos que no permiten su completo despliegue.

En este caso Borja Moreno Candau, director regional en EVBox, analizó durante el Summit Virtual “Movilidad Eléctrica y Sostenible en España” de Portal Movilidad, el modelo que se ha desplegado hasta el momento y concluyó en que «estamos bastante lejos de donde deberíamos de estar”.

A lo largo de su exposición se sumergió por diversos puntos, desde el mal funcionamiento de las estaciones de carga hasta el bajo porcentaje de puntos que se han instalado hasta la fecha. “Todo esto significa un freno para la movilidad eléctrica”, manifestó en concreto.

Referido a esto último, sostuvo que “hay muchos trámites burocráticos muy tediosos a la hora de dar de alta puntos de carga aquí”. Desde el sector en diversas ocasiones han coincidido en que el proceso para instalar las estaciones puede llegar a tomar hasta 12 meses, un tiempo realmente “largo” frente a la demanda que se ha comenzado a notar a lo largo del último año.

“Yo veo que en muchos países esta tarea es mucho más sencilla”, destacó Borja Moreno recomendando mirar los diferentes sistemas de aplicación y ejecución que podrían servir de modelo a seguir para España.

Asimismo, el director regional de EVBox planteó cómo “actualmente estamos a un 15% de diferencia de países como Alemania en lo que respecta a puntos de recarga”, factor que se encuentra alejado al porcentaje con el que se esperaba contar a este momento.

“Otro de los problemas que tenemos es que los cargadores no funcionan”, destacó el vocero de la empresa que ya cuenta con más de 10 años en el sector. Según expuso, esto se debe “a que los pusieron allí contratando los proveedores más baratos en vez de analizar el tipo de calidad”. No solo esto, sino que agregó que a esta situación se le suma que “deben estar bien instalados y bien mantenidos” y muchos quienes se ocupan de esto no cuentan con las debidas certificaciones.

“Al final el que se lleva la mala parte es el usuario final, que va a cargar a un sitio, llega allí y no funciona”, sintetizó.

Estos factores no solo afectan a quienes ya han hecho el pase a la movilidad eléctrica, sino que genera una distancia entre quienes están barajando la posibilidad de optar por esta opción, pero no lo hacen a causa de las dificultades con el que se toparían a la hora de cargar su vehículo.

Finalmente, Borja Moreno apostó a que “por lo menos los pocos que tenemos funcionen bien”.