El sector de la bicicleta es uno de los segmentos de movilidad que mayor despegue han obtenido desde la pandemia, con la modalidad eléctrica causando una verdadera sensación entre el público español y también a nivel europeo.

En las últimas semanas, desde la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) celebraban el momento histórico que se está atravesando.

Además, destacaron la extendida cuota de los modelos electrificados: en 2020 las unidades comercializadas representaron un 48,9% más que en 2019, y se venden hoy casi 20 bicicletas de este tipo por cada coche eléctrico.

A nivel del continente, el éxito es similar: las ventas de bicicletas reflejaron en 2020 un crecimiento del 40%, con un récord de 18.300 millones de euros en facturación. Entre estas, las eléctricas se situaron como la opción de más creciente presencia.

“Existe un verdadero bike boom en toda Europa que guarda una relación causa-efecto con la pandemia, que nos hizo valorar mucho más el deporte al aire libre e impulsó la práctica ciclista”, explica Ismael Labrador, co-fundador de Tuvalum, a Portal Movilidad.

Tuvalum es un mercado de compraventa de bicicletas por Internet, y desde la plataforma han acompañado el renovado interés en esta forma de movilidad.

Entre los datos más destacados está la ampliación de la base de usuarios: muchos se han lanzado a la búsqueda de su primera bici, la que puede ser eléctrica.

“Es el segmento que más ha crecido en ventas en el último año y medio, hasta un 80% o más”, destaca Labrador.

Dentro del segmento, las eBikes más vendidas son las de montaña, aunque los modelos urbanos buscan no quedarse rezagados.

“El perfil de usuario que compra una bicicleta eléctrica de montaña es el del ciclista que ya practica mountain bike pero quiere pasarse al modo eléctrico para realizar rutas más complicadas y exigentes”, remarca el empresario.

Otro de los grandes atractivos de las bicis electrificadas, en el caso de las de carretera, es el permitir a los usuarios de mayor edad viajar al mismo ritmo que el resto de su grupo de ciclismo, compensando ese esfuerzo extra que no generan las piernas.

Un hecho que sigue a este boom por las bicicletas es la respuesta e de los fabricantes, los cuales buscan amoldarse a los nuevos gustos de los usuarios.

“Las marcas están poniendo el foco en el segmento de las bicicletas eléctricas, y los compradores, también”, cuenta Labrador.

Sin embargo, los fabricantes han tenido problemas a la hora de responder a la demanda en términos de producción. Un alto porcentaje de la industria se encuentra concentrada en China, donde el año pasado las fábricas sufrieron importantes demoras

Si a este retraso le sumamos el creciente interés social por la bici, el resultado es que el sector no es del todo capaz de mantener el ritmo a la demanda. Es el caso de ciertas marcas y modelos, que pueden presentar demoras de hasta 15 meses en estar disponibles.

El reto de la bicicleta, sin embargo, no solo es para las fábricas sino también para la administración pública.

“En materia legislativa lo más importante es que los ayuntamientos de las grandes ciudades entiendan la necesidad de quitarle espacio al coche para dárselo a la bicicleta”, reclama el titular de Tuvalum.

Mientras que en el país algunas grandes ciudades como Valencia, Sevilla y Zaragoza supieron administrar esta transición urbana, otras todavía no saben gestionar el lugar de la bicicleta.

“Es importante implantar un verdadero modelo de movilidad que potencie el uso de la bicicleta, pero por desgracia, muchos ayuntamientos creen que apostar por la bici significa pintar un trozo de acera de verde y decir que es un carril; viven de espaldas a la realidad”, lamenta Labrador.