Luego de su discurso por el Día de la Tierra, donde las temáticas protagonistas fueron la electromovilidad y las energías renovables, Joe Biden volvió a solicitar al Congreso la aprobación de nuevos créditos fiscales para comprar un vehículo eléctrico o de pila de combustible, a través de su cuenta de Twitter.

I am calling on Congress to pass new investments and tax credits to lower costs for families.

That includes tax credits to buy an electric or fuel-cell vehicle, solar panels, heat pumps, and more efficient windows — saving money on gas and energy bills.

Get a bill to my desk.

— President Biden (@POTUS) April 22, 2022

La insistencia del mandatario por esta medida no es nueva. Sin embargo, la polémica que ha generado ha retrasado su aprobación. 

Cabe recordar que el año pasado, con el objetivo de promover la industria de movilidad eléctrica en el país, propuso la creación de un crédito fiscal para vehículos eléctricos de 12.500 dólares que incluiría 4.500 dólares para autos construidos localmente por trabajadores sindicalizados, con efecto a partir de 2027.   

La potencial medida resonó en el resto de los países del mundo, en especial en los vecinos con los que mantiene el tratado de libre comercio T-MEC, el cual para muchos actores se rompería de seguir adelante con esta idea, que beneficiaría a la producción local y golpearía a la de México y Canadá. 

En ese sentido, actores clave de la industria como José Guillermo Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en diálogo con Portal Movilidad, afirmaron que el sector está preocupado dado que este accionar es “discriminatorio y posiblemente violatorio del Tratado México – Estados Unidos – Canadá”. 

Se trata de una de las pocas medidas que quedaron en el tintero para el presidente, que el año pasado obtuvo una financiación récord para la infraestructura de carga, a partir de la cual se instalarán 500 mil estaciones. 

Además, la Ley Bipartidista de Infraestructuras prevé 66 mil millones de dólares para el ferrocarril de mercancías; 39 mil millones de dólares para el transporte público; 10.600 millones de dólares para autobuses eléctricos limpios; y 2.500 millones de dólares para transbordadores limpios en Delaware. 

Por el momento, restará ver si Biden continúa con la idea de preponderar la actividad local o tan solo este año insistirá en créditos fiscales que faciliten, en general, la compra de unidades cero emisiones. 

Entretanto, la realidad es que se enorgullece de los logros en materia de movilidad eléctrica alcanzados hasta hoy.

De hecho, la semana pasada, aprovechó la ocasión para destacar que está empezando el proceso para que “cada vehículo en el ejército de Estados Unidos sea amigable con el medio ambiente”. 

“Lo digo en serio. Estamos gastando miles de millones de dólares para hacerlo”, aseguró el presidente norteamericano en la conferencia de prensa.