Chile | Buses
viernes 18 de septiembre de 2020
Banco Mundial demuestra que los buses eléctricos son más competitivos que los diésel
El Grupo Banco Mundial presentó hace algunos días un reporte por el cual destaca la experiencia como caso exitoso de la implementación de buses eléctricos en Santiago de Chile. El análisis detallado de los componentes técnicos que confirman el caso.
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Resuenan en toda América Latina los resultados alcanzados por la experiencia de buses eléctricos en Santiago. La última repercusión de esta semana fue –ni más ni menos- por parte del Grupo Banco Mundial.

“Los buses eléctricos han demostrado ser más competitivos que los buses diésel Euro VI, en la experiencia operacional de Red Metropolitana en el sistema Red”, comenta a Portal Movilidad Bianca Bianchi, especialista senior en Transporte Urbano del Banco Mundial.

Y sostiene que «la flota -que actualmente supera las 750 unidades y representa alrededor del 10% del parque total de buses- ha confirmado ser técnicamente competitiva, pues tiene menores costos de mantenimiento y eficiencia neta en el consumo de energía»

¿Cuáles son los argumentos sobre los que la entidad internacional sitúa la competitividad de la tecnología eléctrica por sobre la diésel?

Por un lado, el Banco Mundial destaca el modelo de negocio utilizado para la implementación de los e-buses en Santiago que consiste en una asociación público-privada (PPP) entre el Estado y las empresas privadas.

A partir de allí, tras varios pilotos de e-buses en las calles de Santiago y el desarrollo de estudios asociados sobre la electromovilidad en la ciudad, el operador de buses Metbus fue el primero en incluir los buses eléctricos en su flota.

Al día de hoy, el operador cuenta con 436 unidades BYD, seguido por STP con 240 buses (215 Foton y 25 Yutong), continúa Buses Vule con 76 vehículos Yutong y finalmente RedBus cuenta con 25 e-bus King Long. La suma total representa el 10% de la flota actual del servicio de transporte urbano de pasajeros.

Pero en el análisis de competitividad se refleja que en la primera incorporación, por el precio del bus eléctrico, se realizó una inversión de más del doble que la que se hubiese hecho por un bus diésel. Aquella vez los buses BYD costaron alrededor de US$450.000.

“Estos costos cambiaron significativamente con la incorporación de una mayor flota de e-buses; obteniendo precios mucho más bajos, ya que los fabricantes de buses BYD y Yutong vieron a Chile, como la oportunidad de introducir la tecnología de los e-buses en el mercado latinoamericano», asegura el reporte del Banco Mundial.

Y señala que «esta vez, el precio del e-bus fue de alrededor de US$300.000, lo que lo hace mucho más competitivo en relación con los buses diésel Euro VI”.

Técnicamente, Grupo Banco Mundial reflejó el siguiente cuadro estadístico, del que podemos dilucidar la competitividad a largo plazo de un bus eléctrico sobre un diésel de igual dimensiones de chasis.
Si bien el precio del vehículo no es del doble como en un primer momento, sigue siendo más elevada la inversión inicial en la tecnología eléctrica, con una diferencia de mínimo cien mil dólares.

En lo que refiere a performance, el bus diésel permite el recorrido de 2 kilómetros por litro. Si analizamos en unidades, para la parte eléctrica referimos en kWh y existe una relación de alrededor de un kilómetro por kWh. A percepción inicial, las dos primeras líneas del cuadro, el diésel no resulta una mala opción.

Hasta acá la diferencia radica en la cantidad de emisiones de cada vehículo: polución asegurada para los diésel, cero emisión para los eléctricos.

Sin embargo, la diferencia que hace a la competitividad de la tecnología eléctrica se marca en los últimos dos aspectos. De los cuales, se sabe que se verán reflejados en función de un largo plazo de operación de la flota.

Por un lado el costo de operación de un bus diésel requiere de $0,42 de dólar por kilómetro, mientras uno eléctrico demanda de $0,10 de dólar por kilómetro. Es una clara diferencia en la que se refleja que la energía eléctrica cuesta sólo un cuarto del valor del combustible fósil.

Diferencias importantes se encuentran también en el costo de operación. Para el caso del diésel implica $0,27 de dólar por kilómetro. En cambio para el eléctrico significa menos de la tercera parte, solo $0,08 de dólar por kilómetro.

Bianca Bianchi, especialista senior en Transporte Urbano del Banco Mundial.

Entonces observamos que para un bus diésel de un costo de alrededor de $200 mil dólares, se requerirá un gasto de $0,69 dólares por kilómetro y para uno eléctrico de alrededor de $300 mil dólares se incurrirá en un gasto de $0,18 de dólar por kilómetro.

Esta diferencia de más de un tercio es la que marca la competitividad de la energía eléctrica por sobre la diésel teniendo en cuenta que en un mediano y largo plazo la inversión se recupera.

En función del análisis y sus resultados, Bianca Bianchi considera: “Es necesario que los países cuenten con sistemas de Transporte Público modernos, que promuevan la introducción buses eléctricos y exijan al resto de la flota, las más exigentes normas de emisión»

Y concluye que «este compromiso con la sustentabilidad, permite acceder además a mejores fuentes de financiamiento, las cuales consideran como atributo valorable la reducción de emisiones y el compromiso con la calidad de vida de las personas.”

 

 

 

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