Bolivia | Vehículos Eléctricos
miércoles 05 de octubre de 2022
Así avanza Bolivia con su Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica ¿Cuándo estaría lista?
El objetivo es elaborar una planificación que incluya la metodología, estructura de conducción y un mapeo de actores relevantes para definir el alcance y los fundamentos de la propuesta de estrategia.
Compartí la nota

Después de algunos meses de trabajo vinculados a la fase inicial, la semana pasada se realizó la primera misión internacional de electromovilidad para Bolivia.

A través de su Programa de Energías Renovables y Eficiencia Energética – PEERR II, se encomendó a la Consultora ERMES preparar la propuesta de la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica para el Transporte Urbano de Bolivia (ENME), a cargo de un equipo de consultores regionales especialistas en transporte, energía, finanzas, legales y movilidad eléctrica.

El sentido de las reuniones entre los diferentes actores es definir un marco normativo y regulatorio para guiar y acelerar el desarrollo de la movilidad eléctrica urbana sostenible para el transporte público en Bolivia.

Además, se pretende recopilar insumos y elaborar un diagnóstico de la situación actual de la movilidad eléctrica en el transporte público para ayudar a identificar las oportunidades y brechas relacionadas a la movilidad eléctrica sostenible.

A los efectos de desarrollar la ENME, se agruparán todas las tareas anteriores en un documento único acordado entre los actores relevantes, al tiempo que se identificarán y desarrollarán recomendaciones que permitan la apropiada operación e implementación de la misma.

Diego Cosentino, consultor internacional de e-Mobility, menciona: “Las perspectivas futuras en la producción del gas y los subsidios a los combustibles fósiles son temas que preocupan al Gobierno boliviano».

Y agrega: «En ese sentido nos hemos encontrado con una clara voluntad política para el avance de la electromovilidad, como así también hemos visto buenas señales del sector privado en dicho país, hecho que demuestra que tenemos un gran desafío por delante”.

Por su parte, Hernán Nilo, gerente general de SISERCOM, expresa: “Dentro de las oportunidades de políticas públicas e incentivos económicos para el desarrollo de la electromovilidad, Bolivia tiene parte de la tarea ya desarrollada. Ahora, solo faltar aunar las voluntades y definir los ejes para que prontamente gran parte del transporte público sea electrificado”.

En diálogo con Portal Movilidad, Cosentino y Nilo, que participaron como consultores en la primera misión internacional de electromovilidad para la ENME, comparten sus sensaciones:

¿Con qué nivel de iniciativa y voluntades se encontraron en la última reunión?

Hemos realizado diversas reuniones y relevado datos e información con ministerios, viceministerios, petroleras, organizaciones relacionadas al litio, cámara de automotores, operadores de buses, alcaldías y empresas privadas relacionadas al sector, en las ciudades de La Paz, Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba.

En todos los casos hemos recibido una clara señal política sobre la necesidad de fijar metas concretas para el desarrollo de la electromovilidad en Bolivia, aprovechando además la oportunidad de ampliar su matriz energética limpia.

La argumentación tiene que ver con un escenario complejo de mediano plazo referido a la disponibilidad de producción del gas y el aumento de subsidios a los hidrocarburos importados, ello al margen del crecimiento sostenido del parque automotor que produce graves problemas de emisiones y contaminación acústica.

Por parte del sector privado existen algunos avances concretos sobre el desarrollo productivo de vehículos de micromovilidad, city cars e incluso un piloto para la fabricación de un bus eléctrico.

Asimismo, algunos operadores de buses ya han iniciado conversaciones con empresas distribuidoras explorando futuros modelos de negocios y financiación.

¿Está previsto trabajar sobre alguna estrategia ya vigente, por ejemplo la de Chile?

Teniendo en cuenta que cada país tiene sus particularidades, en la ENME de Bolivia se ha analizado el desarrollo e implementación de estrategias llevadas a cabo por otros países de la región a través de un estudio comparativo PESTEL (político, económico, social, tecnológico, ambiental y legal).

En ese sentido, durante la primera etapa hemos considerado modelos de políticas públicas y de negocios llevados a cabo en Chile, Colombia y Costa Rica, teniendo en cuenta sus buenas experiencias, como así también los aprendizajes necesarios para implementar los primeros pasos en la transición a la electromovilidad en dichos países.

¿En qué plazos se podrían ir produciendo avances?

Actualmente nos encontramos en la segunda etapa, trabajando junto a los principales actores del sector público y privado del país.

El objetivo es el de recopilar los insumos y elaborar un diagnóstico de la situación actual de la movilidad eléctrica en Bolivia, identificando las oportunidades y brechas para su implementación en aspectos regulatorios, de economía y mercado, políticas públicas, técnicos, planeación de infraestructura y capital humano.

¿Hay alguna meta de tiempo para su publicación?

Tenemos previsto entregar el documento a mediados del próximo año el cual contempla una planificación de 5 años revisable a mitad de término.

¿Cuánto y en qué aspectos influye una ENME en un país productor de litio?

Sin dudas es un recurso muy estratégico para el país, motivo por el cual hemos conversado con los actores claves, quienes nos han manifestado algunos avances de sus planes de explotación y futura fabricación de baterías.

Consideramos que dada las proyecciones en la demanda será necesario acelerar y consolidar medidas que requieren un acuerdo público – privado a través de una ruta que considere medidas institucionales, técnicas, de mercado y normativas para el transporte eléctrico donde el Estado debe generar las condiciones necesarias para su implementación y beneficio.

Destacados.