Naranja, en idioma MELIB, significa inoperativo y así es que como ha permanecido la red pública de recarga de coche eléctrico durante todo el sábado, domingo y primeras horas del lunes: inoperativa.

Se trata de un sistema de carga en remoto y gratuito. El usuario del vehículo puede activar -y desactivar- la carga a través de una aplicación móvil gratuita o mediante la tarjeta del TIB, previamente dada de alta en alguno de los puntos habilitados.

En el primero de los casos, el usuario entra en el sistema con su usuario y contraseña y acciona el punto de carga que desee, en los municipios que dispongan de puntos. Cuando el sistema le avisa, conecta el cargador a la toma de energía y la batería comienza a cargarse.

Sin embargo, este fin de semana la tarea ha sido misión imposible pues la aplicación mostraba todo el mapa de puntos en naranja y, por tanto, inoperativos.

El problema se ha solventado este lunes a media mañana, a pesar de que los afectados han intentado contactar con la MELIB -Mobilitat Eléctrica a les Illes Balears, órgano dependiente de la Conselleria de Transició Energética, Sectores Productius i Memória Democrática- a través de llamadas, e-mails y notas de incidencias, un canal que ofrece la aplicación.

«El teléfono ni lo cogían, se ve que en fin de semana no trabajan y te tienes que buscar la vida», expresa a Mallorca Diario uno de los afectados.

En cuanto a las comunicaciones vía internet, ha habido que esperar también al lunes para recibir alguna respuesta. Cuando todo estaba ya arreglado.

«Resulta inaceptable que una comunidad que se llena la boca con las energías limpias y la movilidad sostenible tenga un servicio que cae y no se arregla porque es fin de semana», insiste este usuario. «Esto no es una Transición Energética seria».

Porque, lo cierto, es que el coche eléctrico -en términos globales- sigue siendo residual en España pero las solicitudes del Plan Moves III muestran la creciente demanda e interés de la ciudadanía por este medio de transporte limpio.

El último balance ofrecido por la Conselleria de Yllanes muestra que las peticiones de ayudas se han triplicado respecto a las del anterior programa -1.534 frente a las 564 del anterior periodo- y se ha ampliado en 8,4 millones más la cuantía, motivos por los que el vicepresidente alora «la gran respuesta ciudadana».

Lo decía hace un mes, cuando anunciaba «la modernización de la red pública de puntos de carga de vehículos eléctricos de las Islas que garantizará mejor atención a los usuarios».

«La movilidad, al igual que la ciudadanía, da pasos para conseguir una sostenibilidad vital para el archipiélago, ya sea en forma de reducción de emisiones o de consumo».

«Tenemos claro que uno de los retos prioritarios de este Govern es una movilidad libre de emisiones para descarbonizar nuestro modelo y conseguir los objetivos previstos en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. Y que la movilidad terrestre es de las principales emisoras de CO2 en el aire de nuestras islas», apuntaba entonces el director general, Pep Malagrava.