Argentina posee una de las reservas mundiales más grandes de litio, materia prima esencial para producir las baterías de vehículos eléctricos, modo de transporte que cada vez toma más fuerza.

Si bien muchas empresas mineras sostienen que la extracción de agua necesaria para explotar el “oro blanco” es inocua, algunos especialistas indican que a largo plazo podría reducir el nivel de agua subterránea, necesaria para la supervivencia de los ecosistemas.

“Desde el punto de vista ingenieril, la extracción del litio no es sustentable. Estos proyectos requieren mucha agua, pero ni siquiera los propios habitantes del norte cuentan con este recurso”, lamenta Oscar Vargas Villazon, economista y analista de litio, en diálogo con Portal Movilidad.

Sin embargo, aclara: “Este mineral es importante para la transición energética y ocurrirá un cambio tecnológico porque ya nos subimos a la tendencia. Entonces, dado que el principal problema es la disponibilidad de agua, podría solucionarse aplicando nuevas tecnologías que cuenten con una visión ambiental. Cada salar posee un ecosistema diferente y, por ende, no puede aplicarse la misma técnica a todos los salares”.

En este sentido, Vargas Villazon explica que tanto Argentina como Bolivia cuentan con científicos capacitados para desarrollar este tipo de métodos.

“Las compañías deben tener una solución para producir más de este recurso, no solo para las iniciativas, sino también para los pobladores”, agrega.

Lo cierto es que, actualmente, en Jujuy los ciudadanos, activistas climáticos y abogados medioambientales se encuentran realizando numerosas protestas en contra de la minería.

“No podemos ser la zona de sacrificio para que cada estadounidense tenga su Tesla propio o cada europeo remplace su BMW porque no alcanza el planeta. Tampoco alcanza el litio”, reclama Enrique Viale, abogado ambientalista.

¿Puede explotarse de manera sostenible?

Cada día más empresas mineras, automotrices y compañías del sector químico se esfuerzan por desarrollar tecnologías alternativas de extracción del oro blanco.

De esta forma, podrán atender la alta demanda del mineral, asociada directamente a la masificación de la electromovilidad, reduciendo el impacto ambiental.

Aunque algunos de estos métodos alternos se aplican de manera complementaria al tradicional, la mayoría todavía se encuentran sometidos a análisis en laboratorios.

Al respecto, Pía Marchegiani, directora de Política Ambiental de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), indica que la posibilidad de avanzar en la explotación de litio con técnicas que utilicen menos agua parece inicialmente una buena noticia. Sin embargo, sostiene que debe evaluarse de forma integral.

“Por ahora, muchas de ellas solo funcionan como pruebas de laboratorio o pilotos. Habrá que determinar si son posibles a escala industrial”, comenta Marchegiani.

Por ejemplo, los métodos de extracción directa (dentro de los cuales se encuentran los de absorción que utilizan Livent y Eramine) se tratan de una estrategia química más selectiva, que busca separar el mineral del resto de los componentes de manera rápida (demora unas pocas horas en comparación con los 12 meses requeridos por la evaporación).

Además, permiten extraer mucho más oro blanco en relación al método de evaporación.

Sin embargo, estas técnicas aún deben resolver ciertas complejidades, como el uso de agua dulce para realizar la separación del litio en la planta, la generación de residuos por el uso de solventes y la utilización intensiva de energía eléctrica.

Finalmente, vale mencionar que no sólo las empresas mineras están detrás de las nuevas tecnologías, sino que también se involucran General Motors, Tesla, BMW, la petrolera Schlumberger, Panasonic, Renault y otros grandes jugadores.

Leer más: Fernández le “habla” a China: “Si vamos a explotar litio, fabriquemos baterías y exportémoslas”