Con una industria automotriz que genera más del 3% del producto bruto interno (PBI) y siendo el cuarto país exportador de autos a nivel mundial, para las autoridades de México la transición hacia la electrificación de sus vehículos no puede quedar relegada a un segundo plano.  

Así lo afirma José Zozaya Délano, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), quien asegura que para fomentar este desarrollo la asociación se encuentra en tratativas con actores del Gobierno y de empresas. 

“Estamos teniendo reuniones con senadores y personas tanto del Gobierno como del área legislativa en específico para ir promoviendo los esfuerzos de todos”, indica el dirigente de AMIA en diálogo con Portal Movilidad. 

Y aclara: “Hay varias iniciativas que se están debatiendo, pero principalmente en las reuniones se tratan temas de infraestructura y apoyos fiscales y no fiscales”. 

Para el presidente, es necesario hacer hincapié en ambos puntos para motivar también un mayor consumo de esta tecnología, cuyo porcentaje, si bien aún no llega al 2% del total, va en crecimiento. 

“Lo que vemos con optimismo es que el 2% va creciendo de forma importante año a año, en porcentajes altos aunque la cantidad sea mínima. Se aumenta el 40%, lo cual indica que la tendencia del consumidor está cambiando”, señala. 

Más que los vehículos eléctricos, los híbridos son los populares en el país, lo cual plasma la transición que están realizando los mexicanos hacia las cero emisiones. De hecho, en 2016 el 1,62% eran ventas de vehículos híbridos, mientras que en 2020 creció a 2,84% su participación.

No obstante, se espera que desde el otro lado haya un parate tanto por el revuelo de las elecciones federales, que serán el 6 de junio, y se reorganice la cámara de diputados, como por el difícil contexto sanitario actual por la pandemia de coronavirus. 

“Estamos en un proceso de elección muy fuerte de diputados y esto da una pausa en este proceso. A su vez nos encontramos en un momento de crisis muy complejo para pedirle al Gobierno que dé apoyos fiscales”, advierte Zozaya. 

Luego, continúa: “Nosotros no estamos haciendo ninguna pausa. Seguimos empujando con las autoridades correspondientes para que esto no se detenga. Hay personas del Gobierno que están muy abiertas afortunadamente y con ellas estamos trabajando para que esto avance”. 

Al mismo tiempo, AMIA también cuenta con un comité específico, en el cual expertos de las armadoras de vehículos ligeros debaten sobre las mejores opciones que pueden obtener los privados. 

“La transición conlleva un gran esfuerzo porque hay que tener una infraestructura, normativas e incentivos. En todo el mundo donde la movilidad ha logrado ser sustentable hubo algún proceso de apoyo público”, explica Zozaya.

Y cierra: “Si México no adopta esta tecnología podemos perder uno de los sectores más importantes para nuestra economía como lo es la industria automotriz. Eso obviamente no puede suceder”.