El sector energético en Colombia transita un contexto inusual que, para algunos expertos, puede ser clave para fomentar la electromovilidad en el territorio. 

En ese sentido, hay dos factores principales: el incremento de precios en los combustibles y la anunciada disminución en la tarifa eléctrica. 

El Ministerio de Hacienda informó este lunes sobre el alza en el precio del galón de gasolina corriente para solventar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC), el cual estaría por los 40 billones de pesos.

De acuerdo con la cartera, por mes en el último trimestre, habrá una alza de 200 pesos. Esto significa que, a fin de año, el valor del galón del combustible aumentará 600 pesos.

“La mitad del déficit del presupuesto nacional se debe a un subsidio creciente a los consumidores de gasolina. Es la hora de un debate nacional al respecto ¿Vale la pena subsidiar la gasolina por 40 billones cuando la tasa de mortalidad infantil por desnutrición se duplica?”, advirtió hace una semana el presidente Gustavo Petro en su cuenta de Twitter. 

Y agregó: “La otra cara de no subir la gasolina y aumentar el déficit del fondo es dejar aumentar el hambre y la pobreza en Colombia. Le propongo al Congreso desligar el cobro de impuestos a la gasolina de la indexación del precio de la gasolina para mitigar el impacto sobre el consumidor”. 

El galón de gasolina corriente en Colombia cuesta alrededor de USD $2,50, con lo que se recorren 40 kilómetros. No obstante, un vehículo eléctrico con 1 kWh alcanza 6.6 km. Si el kWh en una casa cuesta aproximadamente 600 pesos colombianos, es decir, USD $0.13, entonces, los mismos 40 km se realizan por USD $0.8. 

Esta cuenta la realiza, Marco Concha Quijano, technical and business development manager en INVEA, quien además comenta a Portal Movilidad: “Si se sube el precio de los combustibles, sería el boom de la electromovilidad en Colombia. A esto se le suma que va a bajar el precio de la energía eléctrica”. 

Sobre esto último, cabe recordar que el viernes pasado la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, anunció que desde noviembre los colombianos «verán su recibo de la luz más barato». 

Esto, después de una serie de acuerdos alcanzados con los gremios del sector y la Comisión Reguladora de Energía y Gas (CREG).

«Hemos llegado a cuatro acuerdos fundamentales: se expidieron una serie de regulaciones que permitirán bajar los precios de la luz de inmediato; contamos con la voluntad de las generadoras y comercializadoras para renegociar sus contratos y de esta manera ellas también puedan llegar a precios más bajos”, adelantó la dirigente.

Ante este escenario, Concha Quijano afirma: “Se nota que el presidente va a pegar muy duro al sector que consume más energía fósil para generar un beneficio social. Sin embargo, con esa decisión, desestimula la descentralización de la generación de la energía porque las personas no se van a ver obligadas a instalar paneles solares en sus casas”. 

Y aclara: “Igualmente no todas las familias en Colombia tienen la posibilidad de endeudarse por un carro que cuesta un 250% más que uno de gasolina”. 

En consecuencia, el consultor opina que esta es una gran oportunidad para la electromovilidad, especialmente, en las flotas comerciales e industriales. 

“Las familias quizás no se inclinen por un auto eléctrico, pero las empresas sí. Ellos van a ver que reducen costos en su matriz de operación. Asimismo, incrementarán su demanda de energía eléctrica, aunque el kWh cueste menos, y optarán por la autogeneración de energía”, concluye.