La carrera hacía la electrificación ya está en curso.

Las metas europeas al fin del motor a combustión se han establecido y a nivel local una serie de regulaciones buscan que la tendencia corra en este sentido. 

Entre normativas, objetivos e incentivos, se encuentra el caso particular de las gasolineras, las cuales se encuentran en medio de intenso cambio en sus modelos de negocio. 

Según el Gobierno español, al menos un millar deberán colocar puntos de recarga y apostar por esta tecnología, pero todavía hay quienes dudan de ella. 

“El futuro de las estaciones de servicio no es eléctrico, no es de hidrógeno, ni de biocombustibles”, plantea Alejandro Ripoll, Presidente de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (AEVECAR).

¿Entonces a donde hay que dirigirse?

Desde su óptica, “será de todo, pero hay que tener en claro que no todas las soluciones servirán para todo”.

A lo que agrega: “Eso es lo que creo que no tenemos claro en algunos aspectos”.

Para Ripoll hay modelos que funcionarán mucho mejor en zonas urbanas, como es el caso de los coches eléctricos. 

Pero para las zonas rurales o que no estén ligadas a grandes urbes, debe permitirse la posibilidad de jugar con otras alternativas disponibles, como lo pueden ser los biocombustibles. 

En el marco del Congreso de EESS Gallegas, el vocero de su sector ha dejado en claro ciertas cuestiones, que a su parecer, deben tenerse en cuenta para enfrentar esta transición. 

En ocho meses un gran número de estos actores deberán cumplir con las medidas impuestas por el Gobierno español para colocar puntos de recarga. 

Según se había especificado no todas las gasolineras van a estar obligadas a acogerse a la nueva ley.

Los requisitos son los siguientes: 

• Establecimientos que superen una venta de 10 millones de litros anuales de gasolina y gasóleo: 1 punto de recarga de potencia igual o superior a 150 kW.
• Que hayan tenido una venta de 5 millones de litros anuales de gasolina y gasóleo: 1 punto de recarga de potencia igual o superior a 50 kW.
• Que cuenten con ventas inferiores a 5 millones de litros anuales de gasolina y gasóleo, pero que lideren las ventas de las provincias, islas o ciudades autónomas en las que están situadas: 1 punto de recarga de igual o superior a 50 kW.

Asimismo, cabe recordar que existen algunas excepciones que fueron aprobadas por el MITECO.

Quedan exentas de la obligación de instalar aquellas que ya cuentan con un punto de características compatibles con la norma. 

También los establecimientos que, por sus características técnicas, no puedan cumplir con los requisitos de calidad y seguridad industrial necesarios para la instalación de un punto de recarga.

Finalmente, tampoco estarán obligadas aquellas que puedan demostrar que les resulta inviable ejecutar la acometida eléctrica necesaria para el punto de recarga.

¿Metas imposibles?

Desde el punto de vista del presidente de AEVECAR, una electrificación total del parque vehicular español no es viable. 

“Es imposible alcanzar los 29 millones de vehículos que hay en el país. Además, va a ser una tarea muy complicada”, reconoce en este sentido Alejandro Ripoll. 

Con la intención de que el la dirección de esta transición se abra a otras alternativas, llama a que se tengan en cuenta otras tecnologías y no solo una. 

“Ahora mismo tenemos el hidrógeno verde que se está convirtiendo en el protagonista de este cambio. Todavía le falta algo de madurez, pero está avanzando a velocidad muy importante”, sostiene.