Argentina cuenta con una vasta cantidad de puntos de carga instalados (96 a diciembre de 2022). Incluso, posee más de los necesarios dado el bajo número de ingreso de vehículos eléctricos. Sin embargo, estos no están distribuidos de manera estratégica.

“Muchas estaciones están vacías la mayor parte del tiempo. Y habrá más de éstas en la medida en que aparezcan más coches cero emisiones en circulación”, comenta Pablo Catalá, miembro fundador de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA).

No obstante, reconoce: “En ningún lado se habla de fomentar una Red de Carga Federal Inicial. Hay incentivos económicos para colocar los puntos, pero no hay una planificación para su despliegue. Inicialmente el Estado deberá intervenir en iniciativas públicas-privadas, sino tendremos todos los cargadores ubicados en Palermo”.

En este sentido, desde AAVEA reclaman por la existencia de una red que no esté ubicada solo en Capital Federal o en aquellos lugares más redituables, sino que se extienda a lo largo de las rutas y rincones del país, al igual que los demás servicios.

Asimismo, esta iniciativa debe ir de la mano con un Plan Estratégico Nacional, que implique metas de corto, mediano y largo plazo; financiamiento; responsabilidades de ejecución; indicadores de seguimiento y cumplimiento; mecanismos de corrección de desvíos; y sistemas de consulta y acceso público a esta información, así como su correspondiente planificación operativa anual.

“El actual proyecto de ley no cuenta con uno, ni pide que se haga. Pero tiene que existir un plan para los próximos 20 años y, luego, hacer planes anuales como ocurre en otros lugares”, explica Catalá.

Y ejemplifica: “Si se recambian las flotas estatales, hay que aprovechar y brindar como parte del paquete la estación. Podrían ofrecerse un mínimo inicial de diez cargadores de 50 kW por provincia y dos de 22 kW por municipio”.

Cabe resaltar que, si bien de las 23 provincias 16 ya cuentan con electrolineras, lo cierto es que Buenos Aires es la que posee la mayor cantidad de enchufes (43). En cambio, Catamarca, Chubut, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja y Tucumán solo tienen uno.

Por otro lado, con respecto al colapso de la red eléctrica, el experto reconoce que los vehículos eléctricos no lo provocan, sino que, por el contrario “la equilibran”.

“Al igual que en otros países, en algunos distritos de Argentina ya hay tarifas diferenciales para los picos y valles de consumo. Entonces, los autos se cargan por las noches, cuando sobra la electricidad y es más barata. Incluso, pueden hasta inyectar o vender energía al sistema en las horas pico, ayudándolo a cubrir la demanda”, sostiene Catalá.

Según datos de AAVEA, el aumento normal del consumo eléctrico –sin tener en cuenta a los autos cero emisiones- es de entre un cinco y seis por ciento anual. Si se cambiarían todos los coches del país por eléctricos (15 millones), solo se provocaría una suba del 10%. Y, si este recambio tardaría 20 años, implicaría un aumento del 0,05% anual, una cifra casi imperceptible.

Las declaraciones se dieron en el marco de la charla MOBILITY CAFE organizada por la asociación.