En los últimos tiempos, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), ha acelerado la apuesta sobre una serie de nuevas estrategias que suponen cambios circunstanciales sobre la organización de las ciudades.

Frente a esto, María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad de MITMA, plantea: «Llevamos décadas de desarrollismo, 70 años de hacer ciudades por y para los coches, el 70% del espacio público es para el coche privado, y eso está cambiando”.

No se trata de una cuestión de unos pocos, sino que es un efecto que “se está consolidando en todas las instituciones internacionales». Por ello, en su paso por el «Mobility Talks», organizado por Business Insider España, asegura que la verdadera “revolución” radicará en la reducción del espacio público para los coches privados.

De esta manera, el Ministerio da lugar a que los segmentos compartidos y de renting ganen un mayor lugar en su estrategia, pese a que se han registrado en diversas ocasiones cuestionamientos ligados a la falta de protagonismo.

Tanto en sus hojas de ruta, como en la ley de movilidad sostenible que hoy se está trabajando, esta temática ha resonado, al punto de que los diferentes operadores han reclamado un “apoyo más concreto”.

“Nos gustaría que en esta ley se verbalice de una manera un poco más extensa cuáles son los beneficios de la movilidad compartida y que se le diera un apoyo más concreto”, expresó David Bartolomé, director de Share Now recientemente en diálogo con este medio.

Desde su lugar como directivo de la compañía y también como representante de la Asociación de Vehículo Compartido de España (AVCE), nota que sí hay un acompañamiento a esta modalidad, pero todavía falta un poco más.

Según detalla, lo ideal sería que se desarrollen una serie de reglamentos o documentos de directrices que se encuentren directamente vinculados a la normativa. 

De esta manera, funcionaría para “darle más herramientas a los legisladores locales para que entiendan y se capaciten, y a su vez dar mayor capacidad a los ayuntamientos”.

La intención de Bartolomé se centra en que finalmente se consolide una respuesta decidida a este formato, para que “conformen una alternativa dentro de la movilidad urbana y Metropolitana interurbana”.

Asimismo, recientemente y en congruencia con las declaraciones de Rallo, el Ministerio reconoció que es por medio de ciertos esquemas de movilidad compartida que también pueden obtenerse efectos beneficiosos, solo si logran reducir el espacio público ocupado por los vehículos en las ciudades.

A lo que se agrega: “Pueden servir de impulsor a la penetración de los vehículos eléctricos, ya que muchos de los servicios de coches, motos o patinetes compartidos son eléctricos”.

Respecto a esto último, se ponen sobre la mesa el valor de la electrificación, ya que esto “sin duda tiene un importante papel en la reducción de emisiones de este sector”.

“Tanto los motores eléctricos generan menores emisiones de CO2 y de otras partículas contaminantes, y además permiten incorporar fuentes de energía de origen renovable y reducen la dependencia de las fuentes de energía fósiles”, apuntan en este marco desde el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.