Tras los resultados del informe sobre la implementación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la ciudad de Barcelona, emitidos por la Síndica de Greuges de Barcelona, se dieron a conocer las ventajas y desventajas de estas normativas.

El foco de los reclamos está puesto en la falta de alternativas por parte del sector industrial para poder renovar y adaptar su flota de vehículos, particularmente de privados, incluso también por no ser posible plantear un cambio debido a la edad de los titulares (edad jubilatoria o no tener la posibilidad de amortizar la inversión realizada).

Otra disconformidad ronda en torno al criterio adoptado para determinar qué vehículos se ven restringidos y cuáles no, y esto está emparentado directamente con las etiquetas que implementó la Dirección General de Tráfico (DGT).

Los reclamos en este punto se basan en que no se tienen en cuenta otros factores, más allá de la antigüedad del vehículo, como puede ser su uso y el kilometraje del mismo.

En este contexto, el transporte público también es criticado. No les da a los usuarios una alternativa viable, principalmente por tiempos, para desplazarse hacia sus actividades laborales y/o académicas.

Sobre este último eje, marca una diferencia entre los desplazamientos diurnos y nocturnos, enfatizando que la inviabilidad se produce fundamentalmente durante el día.

El informe también resalta las dificultades económicas que muchos usuarios manifiestan ante la imposibilidad de renovar su vehículo, partiendo de la base de que un automóvil menos contaminante resulta más costoso de adquirir.

Incluso también se destaca la incertidumbre que genera la compra de un vehículo de segunda mano, sin saber qué afectaciones tendrá en el futuro, si las disposiciones para el desplazamiento continúan.

En relación a la ZBE trazada en la ciudad de Barcelona, no se tiene presente la casuística de aquellas personas que trabajan los fines de semana y, por lo tanto, tienen fiesta los días laborables, que es cuando quieren salir del área metropolitana de Barcelona.

Y es por ello que analiza la posibilidad de reajustar los horarios de la circulación, principalmente los días vísperas de festividades.

Esto mismo se emparenta con la extensión de la ZBE de 95 km2, que abarca también las regiones limítrofes de la ciudad, y está pensado para que la zona de cero emisiones sea lo suficientemente grande para que los vehículos no tengan la posibilidad de rodearla.

Con respecto a las alternativas de movilidad, se destaca la implementación de Bicibox, la red de aparcamiento para bicicletas y la instalación de puntos de recarga rápida en esta zona, ubicados en puntos estratégicos.

Las recomendaciones del informe

Destaca la necesidad de atender a aquellos usuarios que requieran respuestas individualizadas. Ya sean vinculadas a la necesidad de transitar por cuestiones de salud y estén imposibilitados de hacerlo por otros medios que no sean sus propios vehículos.

También se refiere a analizar la respuesta que podrá tener el transporte público, para evitar su colapso.

Asimismo, enuncia que la campaña informativa se inició tarde e incluso de manera precipitada, recalcando que tuvo lugar tan solo un mes y medio antes del inicio de la implementación.

A su vez, estudia la posible demanda de plazas de aparcamiento de vehículos por fuera de las zonas restringidas, que estén en conexión con el transporte público, así como la necesidad de impulsar una red de Park & Ride y mejorar la señalización de las ZBE.

Y también, en lo que refiere a el etiquetado de los vehículos establecido por la DGT, que éste responda adecuadamente a los valores de contaminación de cada auto.