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martes 21 de junio de 2022
A contrarreloj: las marcas en desventaja con menos modelos de vehículos eléctricos e híbridos
Varias marcas históricas no fabrican tantos modelos eléctricos como otras quedando atrás para el futuro próximo que se supone totalmente electrificado. Aquí los fabricantes que menos apuestan, de momento, a dejar el motor de combustión atrás.
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La transición al coche eléctrico parece acelerarse cada vez más. La Comisión Europea votó hace poco tiempo la finalización del motor a combustión para 2035, por lo que los fabricantes deberán acelerar el camino.

Los tres grandes fabricantes japoneses (Honda, Nissan y Toyota) son los menos preparados para afrontar la transición a la movilidad eléctrica.

Para 2029, el 18% de la producción mundial de Honda se corresponderá con vehículos eléctricos, a caballo entre la de Nissan (22%) y la de Toyota (14%).

Por el contrario, Hyundai para entonces rondará el 27%, Ford el 36% y Volkswagen el 43%. 

Estos datos se basan en una serie de estimaciones realizadas por IHS Markit. Debido a lo rezagadas que están sus marcas autóctonas, actualmente la cuota de mercado lograda por los coches eléctricos en Japón es de apenas el 1%, muy por detrás de China o Europa.

En el caso de Toyota, continúa apostando con fuerza por los híbridos impulsados ​​por motores de combustión. Incluso en mercados altamente desarrollados como Japón y Estados Unidos, a pesar del mayor potencial de descarbonización para el transporte terrestre de los vehículos eléctricos. 

Honda recientemente anunció que invertirá casi 40.000 millones de dólares durante los próximos diez años en electrificación y software. Esto le permitirá contar con una oferta mundial formada por 30 coches eléctricos a baterías para finales de la década. 

Alcanzaría una capacidad de producción de 2 millones de unidades en 2030 (es decir, un 40% de su producción anual de 5 millones de automóviles, muy por encima de las estimaciones de IHS Markit).

Las tres marcas están apostando por las baterías de electrolito sólido. Nissan, que fue toda una pionera en el sector del coche eléctrico durante la década pasada, quiere recuperar su papel protagónico en el mercado. 

Por este motivo invertirá 18.000 millones de dólares para acelerar sus planes de electrificación. Como resultado, de aquí al año fiscal 2030 lanzará 23 nuevos modelos electrificados, de los cuales 15 serán eléctricos puros y el resto híbridos e-POWER.

Toyota por su parte planea comercializar 30 modelos cero emisiones hasta el año 2030, alcanzando unas ventas de 3,5 millones de coches eléctricos a baterías. 

Al igual que Honda y Nissan, la compañía nipona está invirtiendo una gran cantidad de recursos en el desarrollo de las baterías de electrolito sólido, una tecnología que podría suponer un antes y un después en la industria. 

Sería gracias a su elevada densidad energética y a sus reducidos tiempos de carga frente a las tecnologías disponibles en la actualidad.

SEAT se queda atrás también

Con la desaparición del Mii Electric, la casa española se ha quedado sin coches 100% eléctricos a la venta, aunque sí ofrece alternativas electrificadas en el Seat León y Tarraco. 

Por el contrario, Cupra ya tiene un modelo exclusivo y eléctrico como es el Born, hermano mellizo del Volkswagen ID.3. Estas marcas pertenecen al mismo grupo y ha corrido el rumor de un posible cierre de la marca española. 

Ese no es el único que formará parte de la nueva familia, pues, a diferencia de Seat, Cupra sí que tiene anunciados varios lanzamientos para los próximos años. 

Modelos híbridos enchufables y 100% eléctricos se sumarán al catálogo de productos en un futuro próximo.

Hace unos días, el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, ya adelantó que Seat tiene los años contados si no electrifica sus modelos y aseguró que desde la enseña española se sienten «un poco marginados» por el consorcio Volkswagen.

Con varios años seguidos registrando pérdidas –más de 250 millones de euros el año pasado–, algunas voces ya apuntan a que parte de los trabajadores de Seat en Martorell deberían desviarse a la nueva fábrica de baterías del Grupo Volkswagen en Sagunto.

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