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viernes 22 de octubre de 2021
10 de Noviembre: Qué se discute en la votación de los países sobre movilidad eléctrica
De cara al inicio de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) ya comienza a ponerse expectativas sobre las negociaciones, resoluciones y avances que darán las partes en materia descarbonización.
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El próximo 31 de octubre y hasta el 12 de noviembre diplomáticos de más de 190 países, organizaciones, líderes empresariales, académicos y activistas se encontrarán en la COP26 para delinear y monitorear las negociaciones en torno a la reducción de las emisiones de efecto invernadero.

Particularmente la movilidad y el transporte tendrán su jornada específica el 10 de noviembre (Transport Day), fecha que, Monica Araya, Lead Transport de Climate Champion COP26 (RACE TO ZERO), adelanta que se emitirá la declaración de Glasgow en relación al posicionamiento sobre el futuro de los vehículos cero emisiones.

¿Qué países se comprometen con establecer el fin del motor a combustión? Mónica Araya viene recalcando su consigna: «Necesitamos un mundo sin tubos de escape».

“Lo que salga de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático respecto a movilidad va a ser muy concreto, ya que por definición no hay tanto tiempo”, aseguró Araya en el marco del evento “El debate camino  la COP26”, organizado por Portal Movilidad y Climate Group.

Cada vez más cerca de la COP26, se empiezan a conocer las presencias y ausencias más determinantes. Con estas señales, se deja entrever el posicionamiento que cada país tendrá respecto a su política de cambio climático, lo que genera expectativas, y al mismo tiempo, incertidumbre.

Figuras estratégicas como el presidente de Estados Unidos Joe Biden, la reina Isabel, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, Nicola Ferguson Sturgeon, la primera ministra de Escocia y empresarios del sector de la movilidad ya están alistando los últimos detalles previos a partir a Glasgow.

Pese a esto, otros actores fundamentales han anunciado que no se harán presentes en la Conferencia Internacional, tal es el caso de Xi Jinping, el presidente de China, el principal país emisor del mundo.

De la misma manera, el presidente de Rusia Vladimir Putin, anunció de manera oficial su ausencia y los voceros aseguraron que «el problema del cambio climático es una de las grandes prioridades de nuestra política exterior».

Esta conferencia no tiene precedentes, no solo por el hecho de ser la primera que se realiza en medio de una pandemia mundial, sino que también por los retos a los que se enfrentan las diferentes partes.

Metas claras

El principal compromiso a asumir es el reducir de forma drástica las emisiones de carbono para mantener el aumento de la temperatura global desde los niveles preindustriales hasta unos 34,7° Fahrenheit (1,5° Celsius) o por por debajo de 35, 6 ° Fahrenheit (2° Celsius).

Dichos puntos fueron definidos en el Acuerdo de París de 2015, durante la COP21, donde no se había previsto que el escenario hoy sería completamente el contrario, ya que en este siglo se está en camino a un aumento de la temperatura superior a los 37,4° Fahrenheit (3° Celsius).

Ante estos datos del Informe Especial del IPCC sobre el Calentamiento Global, la ONU ha puesto por primera vez un objetivo final de la descarbonización.

«Es impresionante que por primera vez el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en un discurso oficial haya dicho que a partir del 2035 ya no hay que ir por la vía de los vehículos de gasolina y diesel”, destacó Monica Araya.

Las metas se van adaptando a dos grandes grupos, dando más elasticidad a los países en desarrollo y más complejidades a los industriales. Por lo cual, el tiempo máximo de fabricación de estos vehículos se alargará 5 años más para el primer grupo, siendo así que cuentan con un tope hasta 2040.

Es así que más de una decena de países de alrededor del mundo arribarán el próximo 31 de octubre a Escocia con sus propias metas de caducidad a los motores de combustión.

Chile ha definido el 2035, al igual que la Comisión Europea, mientras que países como Noruega han ido más allá apostando por el 2025, una fecha mucho más cercana y ambiciosa, tal como se ha estado exigiendo.

De cara a las negociaciones

Corriendo detrás de un reloj de arena climático invertido en nuestra contra, Monica Araya propone que dejemos de preguntarnos hacía dónde debemos apuntar en cuanto a la movilidad. “¿Cómo vamos a hacer para pasar a otra era?”.

Por lo tanto, en menos de diez días diplomáticos y actores no gubernamentales tendrán la oportunidad de acelerar el progreso hacía un ciclo de retroalimentación positiva de asociaciones público-privadas, que den lugar a concretar una real descarbonización del medio ambiente.

El camino no será fácil, considerando que las salas de negociaciones y los pasillos del Scottish Event Center (SEC) estarán colmadas de intereses particulares tales como los que se filtraron en los últimos días por medio de la BBC.

32.000 presentaciones dictadas por Gobiernos, empresas y otras partes interesadas al equipo de científicos que compila los  «informes de evaluación», fueron filtrados develado que Arabia Saudita, Japón, Australia, Argentina y Brasil buscarán solicitar a la ONU que se minimice la necesidad de dejar de usar rápidamente de los combustibles fósiles.

Considerando que Arabia Saudita es uno de los mayores productores de petróleo del mundo y Australia es el principal exportador de carbón, ciertos acuerdos podrían verse en riesgo.

Pese a esto, las intenciones de gran parte de los actores están puestas en pos a una colaboración radical que brinde avances en la economía para lograr la descarbonización a escala.

Por su parte, los anfitriones de Reino Unido y la ONU han resaltado en las reuniones previas a la COP 26 una esperanza de poder limitar el aumento de la temperatura mundial por debajo de 1,5 grados Celsius.

Asimismo, es momento de que, cómo solicitó la vocera de Climate Group, “el fin del motor de combustión interna deje de ser tabú”.

Aunque los objetivos sean complejos, es vital recordar que las dos semanas de duración de la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático deberán dejar como resultado respuestas concretas, políticas reales que respondan a la situación urgente que se está transitando.

 Dichos puntos, factores claves de no solo este encuentro, sino de todas las COP.

 

 

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